Me dí vuelta para vernos y sus miradas definitivamente estaban en mí, através de ellos preguntaban: ¿Qué carajos?
-¡Ay dios, eso fue hace tanto!-Me reí entrecortada avergonzada de lo que dijo.
-¿Qué?-Dijo Aaron sobre saltado.
-Una simple fantasía de antes.
Escuché una carcajada que vino de la boca de Luke pero cuando me dí cuenta paró de inmediato.
-A todo esto, ¿que van a pedir?-Interrumpió Alexander.
-Ron.-Respondí yo.
-Whisky.-Pidió Luke.
-Agua.-Deseó Aaron.
Nos dimos la vuelta para mirarlo, una cordinación nunca vista en el mundo.
-¿Estás bromeando?-Pregunté extrañada.
-No.
-Vodka para Aaron.-Pidió Luke por Aaron.
Sin decir la palabra en voz alta leí sus labios diciéndole imbécil a su hermano mayor.
-A sus órdenes.
Nos dirigimos a la barra y tomamos asiento.
-¿Quién es este?-Preguntó de manera seria Aaron.
-Un colega de la universidad.
Se giró a observarlo mientras servía nuestras bebidas.
-¿Celoso?
Presionó su mandíbula y se acercó a mí.
-Claro que no.-Me beso y se acomodo rápidamente para recibir lo que no pidió pero le obligaron a tomar.
-Los bares de Australia son completamente diferentes.
-¿Encuentras a una araña sirviendo los tragos y el mesero es un canguro?-Bromeé.
-Ja, ja, que graciosa.
Luego de unos tragos, empezó el descontrol.
-Quiero más.-Dije borracha.
Alexander estaba a punto de servirme otro trago pero Aaron lo detuvo.
-¿Qué haces imbecil?
-Estas borracha, ya es suficiente.
-Dejame divertirme don gruñón.
-Está loca.-Dijo Luke.
-La primera vez que estoy de acuerdo contigo.
-¿Por que me dices loca?-Quise salir de mi asiento pero me tropecé y me caí.
Ambos se rieron.
-¿Por qué se rien? ¡Ayúdenme!-Casi lloro, demaciado alcohol en mi sangre.
Aaron trató de ayudarme pero mi yo borracha no lo permitió:
-¡Dejame tonto!-Me acosté en el suelo-.Este piso es más comodo que tú cama.
Gruñó ofendido.
Me paré con las fuerzas que tenía y empecé a bailar al ritmo de la música.
Habían hombres de mi edad y otro mayores que yo.
-Haz algo, tu novia se va a descontrolar y va a acabar muy mal.
Aaron estaba frustrado mientras tenia su brazo apoyado en la barra y su mano acariciando la frente.
-Dejala, se está divirtiendo.
Empecé a mover las caderas hasta el piso mientras me revolvía el cabello. Subía y bajaba.
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Querido Jefe
RomanceAurora detesta a su jefe. Pero Aaron está obsesionado con ella. Es imposible que a ella le caiga bien. Pero es imposible resistirse a él.