CAPITULO 9

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Poché

-Dani- fue lo primero que dije al abrir lentamente mis ojos.

Un rayo de luz entraba por aquel balcón, fui moviendo un poco mi cuerpo para intentar adaptarme a la luz.

-mierda- me queje al sentir un dolor de piernas insoportable.

-eso te pasa por cochina-

Me senté lentamente al espaldar de la cama, observé la almohada de mi lado y había una hoja semi doblada.

Nunca había sentido algo asi
por nadie, no pienso hacer caso
a lo que me digan. Te voy a buscar,
te lo aseguro.

Con cariño Daniela Calle.


Solté una pequeña sonrisa al leer aquello que venía escrito.

-ella me buscará-

Deje el sobre en la mesita, me levanté lentamente (aún me dolia las piernas) me senté al borde de la cama observando aquella habitación.

Todo estaba completamente limpio, la ropa que en la madrugada estaba tirada, ahora se encontraba perfectamente arreglado en el sillón.

Empecé a caminar así allá para poder agarrar mi ropa, camine con dificultad, aún me dolía terrible las piernas. Al llegar me empeze a cambiar para dirigirme a mi casa.

Salí de la habitación con una sonrisa, en la mano traía la hoja donde estaba la nota. Llegué al gran salón de la fiesta anterior, esté si estaba desordenado.

Abrí la puerta principal encontrándome con los dos gorilas parados.

-Tenemos órdenes de la señorita Calle para llevarla a su hogar, señorita Garzón- dijo uno de ellos.

-Ahh emm- lo pensé por un instante- bueno.

Los dos gorilas me abrieron paso para poder salir, ellos venían detrás de mi.

-camina normal María José-

Comencé a caminar lo más normal que pude para que no sospecharán nada, sino moriría de vergüenza.

Salimos del estadio, uno de los gorilas me abrió la puerta de una gran camioneta, mientras el otro me ayudaba a subir. La camioneta empezó a avanzar y en todo el trascurso del camino, ninguno hablo.

Asome mi cabeza hacia la ventana para darme cuenta que esa no era la dirección de mi casa.

-Oigan está no es la dirección que les di- dije observado las calles.

-La señorita Calle nos dió órdenes para llevarla a desayunar señorita Garzón- informó el copiloto.

-Eh lo siento pero yo debo de ir a mi...- no termine de hablar cuando el mismo gorila me calló.

-La señorita Calle sabía que diría eso señorita Garzón- el gorila saco su celular y escuché su voz...

-No acepto un "no" como respuesta María José- se escuchó a la castaña.

Mil mariposas aparecieron en mi estómago al escuchar aquella voz.

No dije nada en todo el trascurso del camino, hasta que llegamos a una cafetería. Uno de los gorilas me abrió la puerta mientras el otro me ayudó a bajar.

La cantante Daniela Calle Donde viven las historias. Descúbrelo ahora