CAPITULO 18

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Poché.

Hoy era el primer día cómo barista, el trabajo empezaba a las 8 a.m y Calle me prometio que vendría a buscarme.

-Hola pitufo.

-Hola chiqui, ya llegas?- le pregunté mirándome al espejo.

-Si, en unos minutos llegó.

-Listo, te espero abajo.

-Bueno, te quiero- esa simple palabra me hizo sonreír como toda una idiota.

-Yo también te quiero.

-Bueno pitufo, te dejo que estoy manejando.

-Bueno, te espero.

Colgué la llamada para dirigirme hacia abajo, mientras baja me encontré a Valentina desayunando junto a papá.

-Ya te vas hija?- preguntó él, cuando entre a la cocina.

-Si- respondí.

-Toma desayuno- me ofreció.

-Yo desayuno por allá.

Antes de que papá me contestara, escuché un clauso, agarre las llaves para dirigirme a la sala.

-Regreso más tarde- dije saliendo de la cocina.

-Ojala y ya no regreses...- escuché a Valentina.

Lo ignore por completo, camine hacia la sala para dirigirme a la puerta. Cuando salí del jardín ví a Daniela bajar la luna del copiloto.

-Sube- me dijo con una sonrisa.

Me subí al puesto de copiloto, esa mujer cada vez me gustaba más.

-Buenos días pitufo- me dijo acercandose, me dió un beso rápido en mis labios.

-Buenos días chiqui- le dije sonriendo.

-Perdón por no bajar a abrirte la puerta, es por precaución- dijo mientras arrancaba el auto.

-No te preocupes chiqui- sostuve su mano  por encima de su muslo- que harás hoy?

-Ire a ensayar, te iré a dejar y luego iré a mi ensayo- dijo suspirando.

-Te vez cansada- sus ojitos se posaron en mi, esos ojitos estaban un tanto cansados.

-Lo estoy, pero valdrá la pena si iras tú- le di un beso fugaz en su mejilla.

En el camino me contó como le iba su ensayo, lo cansada que estaba y como su papá la presionaba más.

No entendía como una chica como ella tenía tanto dolor por culpa de su padre, se veía feliz en las redes sociales, cuando en realidad, por momentos, se sentía triste.

Luego de unos minutos de conversación, llegamos al cual sería mi nuevo trabajo.

-Te cuidas, no te olvides de tomar tu café de las mañanas y porfavor pitufo, extrañame- dijo mientras me miraba.

-Yo siempre te extraño chiqui- le di un beso en los labios, que era corto pero lindo.

-Que te valla bien, toma agüita- me dijo en medio del beso.

-Si chiqui, ya me voy, se me hace tarde- dije agarrando mi bolso.

-Bien, te quiero, cuidate.

-Tú igual, que te valla bien en tu ensayo.

Le di un último beso para luego bajarme de la camioneta.

Al llegar a la cafetería, habían meseros por todos lados.

La cantante Daniela Calle Donde viven las historias. Descúbrelo ahora