Sᴜ ᴄʀᴜᴇʟ ᴏʙsᴇsɪᴏ́ɴ ᴇs ᴇʟ ᴠɪʀᴜs ᴍᴀ́s ʟᴇᴛᴀʟ.
Es difícil huír con un pasado persiguiéndote.
Ella creyó que ese horrible pasado junto a él había quedado enterrado, olvidado y perdido.
Ella jamás imaginó que lo volvería a ver otra vez para atormentarla...
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Alondra Parviainen
Tras aquél atardecer dónde Cody me acorraló en ese callejón, nos volvimos muy cercanos y nos ayudábamos mutuamente con las tareas de la escuela.
Al principio, Cody continuó siendo tímido y reservado, pero con el paso de los días poco a poco empezó a tener más confianza conmigo.
Aparte de convertirme en una compañera para él, también soy como alguien terapéutica para él, ya que me tuvo la confianza para contarme una parte de su vida. Tuvo una madre ausente que no lo quería, que fue un hijo no deseado y un error para su madre. En el orfanato fue intimidado y excluído por los otros niños.
«Ahora entiendo el comportamiento que tuvo conmigo cuando nos conocimos».
Cada día que paso a su lado le demuestro que yo no soy como esos niños. Lo escucho sin juzgar y siempre estoy ahí para él cuando me necesita.
Hoy es Sábado e iré de picnic al bosque con Cody. El quedó en pasar por mí a mi casa, pero cambié de planes, ahora mismo voy a ir a su casa a buscarlo.
«Nunca me ha invitado a casa y quiero conocerla».
—¡Buenos días, mi querido y mejor amigo!—Saludé de muy buen humor cuando me abrió la puerta de su cuarto.
—¿Y tú qué haces aquí?—Preguntó Cody un tanto desconcertado.—¿Quién te abrió la puerta de mi casa?—
—Tu padre me dejó entrar y me dió el permiso de venir a tu habitación.—Me pasé con mucha confianza a su habitación para admirar todo a mi alrededor. Sólo hay ropa sucia tirada por todo el piso y huele a chico, huele a Cody.—Créeme que tu padre se emocionó tanto al saber que tienes una amiga—.
—¿Cómo te atreves a venir descaradamente a mi cuarto a despertarme? Aún estoy con pijama. Lo más correcto es que salgas de mi cuarto y me esperes en tu casa como quedamos.—Mencionó avergonzado y tímido, ya que trae su pijama y su cabello muy alborotado.
—Aunque estés con esas fachas sigues siendo muy lindo.—Comenté ahogando una risilla. Él se sonrojó tiernamente ante mi comentario.
—Eres una atrevida...—Murmuró entre dientes.—¿Irás con ese vestido? Es un poco escotado y corto...—Comentó mientras me contempla de pies a cabeza.
Traigo un vestido rojo de estilo princesa con unos tenis converse. Admito que mi vestido es muy escotado, pero la ventaja es que mis pechos aún son pequeños y no llamo tanto la atención.
—Sí, ¿Qué tiene? Estámos en Mayo, el mes más caluroso del año.—Me senté sobre su cama y crucé mi pierna sin apartar mis ojos de él.—¿Te gusta cómo me veo?—Pregunté poniéndome de pie para dar pequeños giros.
