Sᴜ ᴄʀᴜᴇʟ ᴏʙsᴇsɪᴏ́ɴ ᴇs ᴇʟ ᴠɪʀᴜs ᴍᴀ́s ʟᴇᴛᴀʟ.
Es difícil huír con un pasado persiguiéndote.
Ella creyó que ese horrible pasado junto a él había quedado enterrado, olvidado y perdido.
Ella jamás imaginó que lo volvería a ver otra vez para atormentarla...
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Alondra Parviainen
ACTUALMENTE, A SU EDAD DE 22 AÑOS...
Han transcurrido 5 años desde esos terribles sucesos, desde que fuí secuestrada y atacada brutalmente por el chico que más amé; Cody.
Aún no he logrado recuperarme del todo, pero le sigo echando ganas, continúo adelante.
Actualmente, viajo en auto con mi mejor amiga Bella, vámos rumbo a la pequeña ciudad de Ottawa por nuevas oportunidades de vida. La abuela de mi amiga Bella tiene una granja y nos ofrecerá un lugar de trabajo.
Bella va mirando el mapa y yo voy conduciendo. Éste auto es de papá y gracias a él aprendí a manejar.
Ya llevo varias horas conduciendo por la carretera, la vista es hermosa, muchos árboles rodean la carretera, pero a la vez me parece aterrador, siento como si algo fuera a aparecer en medio de la carretera.
«Tal vez es mi ansiedad otra vez. No he tomado mis pastillas».
—Cariño, te noto muy cansada y nerviosa. Tal vez debas tomar tus pastillas y manejar yo.—Anunció Bella muy cariñosa y buscó en mi bolsa mis ansiolíticos.
Me distraje un momento diciéndole en qué bolsa tenía guardadas mis pastillas. En un abrir y cerrar de ojos todo se vino abajo.
—¡CUIDADO, ALONDRA!—Bella gritó horrorizada al ver en medio de la carretera un venado pequeño que va cruzando.
—¡¡¡AAAHHH!!!—Grité atemorizada girando bruscamente el volante y nos desviamos de la carretera para meternos entre los árboles.
Me horrorizó tanto pisar el freno y que éste no funcionara. La única manera en la que se detuvo el auto fue porque la llanta se atascó en un pozo y nos quedamos estancadas.
—¿Estás bien, Bella?—Pregunté adolorida y preocupada.
—Yo no importo, ¿Tú estás bien? Te asustaste mucho, ¿Verdad?—Bella se lanzó sobre mí abrazándome muy fuerte. Siempre se ha preocupado mucho por mí, ya que sabe que tomo ansiolíticos y antidepresivos, cree que necesito de muchos cuidados y atenciones.
«Es una chica muy linda y cariñosa conmigo».
—Estoy bien, no pasa nada, Bella.—Palmeé su espalda suavemente.
Optamos por salir del auto y efectivamente comprobamos que la llanta se atascó en un pozo.
—Ay, no, ¿Y ahora qué haremos? No dormiremos aquí, ¿O sí? ¡Nos va a comer un oso!—Dramaticé jalando mi cabello.
—Nah, mejor hay que besuquearnos, Alondrita.—Bella se acercó peligrosamente a mí y agarró con firmeza mi cintura.
—¡Ahg! ¡No estoy de humor para tus joterías!—Empujé a Bella sintiendo mis mejillas ruborizadas y ella se apartó riéndose a carcajadas de mí.
