Cuando conoces a alguien una noche de fiesta y empiezan a salir juntos, es natural ilusionarse y pensar que esa persona podría convertirse en tu pareja. Sin embargo, a veces el destino tiene otros planes. A pesar de la esperanza y las expectativas...
El bullicio del aeropuerto de Barcelona llenaba mis oídos mientras caminaba hacia la salida. Había pasado un mes lejos de la ciudad, de Ferran, y la incertidumbre se cernía sobre mí como una sombra persistente.
¿Qué me depararía al regresar? ¿Habría claridad o más confusiones en mi relación con Ferran?
Las preguntas rondaban mi mente mientras avanzaba por el terminal.
Finalmente, me encontré en la ciudad que había sido testigo de tantos altibajos emocionales. Barcelona siempre parecía tener la capacidad de desencadenar una mezcla de emociones en mí, y esta vez no era diferente.
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Mi apartamento me recibió con la calidez familiar que solo el hogar puede brindar. A medida que desempacaba, las miradas y risas compartidas con Ferran llenaban mis pensamientos. Pero también estaban las sombras de las complicaciones no resueltas.
- ¡Deja de pensar en el, Mía! - exclamé en voz alta para mí misma.
Terminé de deshacer mis maletas y me dirigí hacia el gran ventanal que había en mi salón. La noche caía sobre la ciudad y las luces de Barcelona brillaban entre toda la oscuridad, y mi mente divagaba entre recuerdos y posibles futuros.
Mi teléfono móvil empezó a sonar y cuando escuché el tono de llamada mi corazón dio un salto al reconocer la música que seguía siendo la que le había puesto a Ferran al mes de conocerlo.
Dos años atrás
Estábamos en nuestra cafetería favorita con el suave murmullo de conversaciones y el aroma embriagador del café recién hecho. Ferran y yo nos sentamos en una esquina, nuestros primeros momentos de conocernos se desenvolvían con una ligera tensión que era palpable en el aire.
- Así que, Mía, ¿cuál es tu canción favorita? - preguntó Ferran, con una chispa de curiosidad en sus ojos.
Sonreí, sintiendo la conexión crecer a medida que compartíamos nuestros gustos.
- Harry Styles, me encantan todas sus canciones, pero su canción "Late Night Talking" es como mi banda sonora personal - confesé.
Ferran asintió, sus ojos brillando con complicidad.
- ¿Cuál es tu canción favorita? - pregunté con una sonrisa juguetona.
La pregunta flotó en el aire, y Ferran se tomó un momento antes de responder.
- "Blank Space" de Taylor Swift. Debe de ser muy raro que un chico como yo les guste, pero bueno, es lo que hay - dijo y soltamos una carcajada.
- La voy a poner de tono de llamada para cuando tú me llames, así sabré rápidamente que eres tú - dije riendo mientras cogía mi móvil para poner ese tono de llamada en su contacto.
