Cuando conoces a alguien una noche de fiesta y empiezan a salir juntos, es natural ilusionarse y pensar que esa persona podría convertirse en tu pareja. Sin embargo, a veces el destino tiene otros planes. A pesar de la esperanza y las expectativas...
Después del entrenamiento, me acerqué a Pedri, sintiendo la emoción burbujeando en mi pecho.
- Pedri, necesito hablar contigo sobre algo importante - le dije, buscando su atención.
- Claro, Ferran, ¿qué pasa? - respondió Pedri con curiosidad.
- Es sobre Mía - comencé, sintiendo cómo la anticipación aumentaba con cada palabra - Llevo un tiempo saliendo con ella, y creo que ha llegado el momento de dar el siguiente paso.
Pedri sonrió ampliamente.
- ¡Eso suena genial, Ferran! ¿Qué tienes en mente?
- Quiero pedirle que sea mi novia - declaré con determinación - Quiero hacerlo oficial, hacerle saber cuánto significa para mí.
Pedri asintió con entusiasmo.
- ¡Eso es increíble! ¿Y yo.cómo puedo ayudarte? - preguntó soltando una carcajada.
- Agradecería tu ayuda para prepararlo todo - le respondí, agradecido por su apoyo - Quiero hacerlo especial, algo que ella recuerde.
- Por supuesto, bro, cuenta conmigo - aseguró Pedri con una sonrisa - Vamos a hacer de esto algo inolvidable para ambos.
Con la ayuda de Pedri, estaba seguro de que podría planear algo verdaderamente significativo para Mía y para mí. La emoción y la anticipación crecían con cada minuto que pasaba, sabiendo que pronto daríamos el siguiente paso en nuestra relación.
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Después de una mañana de entrenamiento, finalmente llegué al apartamento de Mía, que podría decirse que era como mi nueva casa.
Mía estaba ocupada en la cocina, preparando la comida, mientras Abril dormía tranquilamente en su habitación, ajena al bullicio que se desarrollaba en la cocina.
- Mía, hola - la saludé con una sonrisa, sintiendo la calidez de nuestro hogar envolviéndome.
- Ferran, hola - respondió Mía con una sonrisa, girándose para mirarme - ¿Cómo ha ido el entrenamiento?
- Bien, como siempre - respondí, acercándome para darle un beso en los labios - ¿Y tú qué tal? ¿Cómo ha sido tu mañana?
- Ocupada, pero bien - contestó Mía, mientras partía un tomate -;Tengo una sesión de fotos esta tarde, así que he estado preparándome para eso.
- ¿Una sesión de fotos? Eso suena bien - comenté con interés - ¿Para qué es?
- Es para una campaña de Victoria Secret explicó Mía, mientras seguía cortando algunas verduras con habilidad - Será una tarde larga, pero estoy emocionada por ello.
- Es verdad no me acordaba de que estoy saliendo con un ángel de Victoria Secret - la abrace por la cadera - Te verás increíble, como siempre - le aseguré, admirando su dedicación y pasión por su trabajo - ¿Puedo ayudarte en algo?
