𓂀 𝔽𝕚𝕣𝕤𝕥 𝕃𝕠𝕧𝕖 // 𝕂𝕠𝕠𝕜𝕞𝕚𝕟 𓂀

4

Un rubio, un castaño y un pelinegro entran al restaurante, este tiene una decoración con estilo vintage, realmente es muy bonito y acogedor.
Un mozo les dirige a una mesa para tres, les lleva el menú, ellos ordenan y esperan hasta que sus pedidos lleguen.

—¿Qué les parece si bailamos un poco? —sugiere el castaño.

—Yo paso, vayan ustedes —dice Jimin sacando su móvil de su bolsillo.

Taehyung le tiende la mano a Jungkook y este la acepta sin muchas ganas, ellos dos se van y el rubio se queda solo en la mesa.

Desde su asiento, Jimin ve como su mejor amigo sonríe mientras toma a Taehyung por la cintura mientras ambos se mueven al compás de la melodía que se está tocando, y no puede evitar traer a su mente todos los momentos en que él estuvo en el lugar que ahora ocupa Taehyung.

El primer baile que hizo con Jungkook fue cuando tenía seis años y se graduaron del jardín de niños, recuerda que en esa fiesta otro de sus amiguitos se le acercó para pedir que bailaran, pero él se negó porque con la única persona que quería estar era Jungkook y fue así durante toda su época escolar.

Jimin siempre rechazó a todos por el pelinegro, y no solo en bailes, también en citas. Nunca tuvo el interés de conocer a alguien más porque tenía la seguridad de que algún día sería el novio de su hermoso mejor amigo, y cómo no pensar eso sí cada que se veían, Jungkook dejaba un beso en su frente y lo tomaba de la mano para ir a cualquier lugar.

La gente los confundía todo el tiempo y creían que eran pareja, Jimin siempre negaba con una sonrisa, mientras Jungkook se limitaba a no responder nada. Entonces cómo podía imaginar que sus sentimientos no eran correspondidos.

Inconscientemente un par de lágrimas se resbalan por sus mejillas y se siente agotado. ¿Cuánto más va a llorar? ¿Cuánto más se va a gastar recordando cosas pasadas?

Cada minuto que pasa una pequeña parte de lo que es se desintegra, se siente así, y quizás es su culpa por no confesarse hace mucho tiempo, oportunidades hubieron varias, pero valentía, no, pero a pesar de eso sabe que todo esto ya fue suficiente.

Jungkook ya es feliz y ese siempre fue su objetivo, entonces es momento de anunciar su retirada por la competición de un corazón con dueño.

Ya está, se rindió, por fin lo entiende su corazón, y a pesar de amarlo durante años y elegirlo por sobre todas las cosas, hoy se elige a sí mismo.

¿Qué hace en un lugar en el que no quiere estar?
A la mierda todo.

Se limpia todo rastro de haber llorado, se levanta de la silla, se coloca su abrigo y sale del lugar a toda prisa, la lluvia ya ha pasado así que es perfecto para caminar hasta su casa.

Dentro del restaurante, Jungkook nota la ausencia de Jimin y se inquieta, lo busca por todos lados con la mirada  y al no encontrarlo suelta a Taehyung y vuelve hasta su mesa. Las cosas de su mejor amigo no están... se ha ido.

Sin pensarlo ni un segundo sale del restaurante y mira hacia ambos lados de la calle buscando rastro del rubio.

A lo lejos logra ver a alguien caminando por la acera hacia el lado derecho, así que corre, lo hace velozmente, hasta que luego de unos segundos logra tomar la mano de su mejor amigo y hacerlo girar.

Jimin voltea y se encuentra con un Jungkook agitado, este lo mira con confusión, como si tratara de buscar alguna respuesta en sus ojos.

—¿Por qué te fuiste? —pregunta—. Ni siquiera te despediste, Jimin, ¿qué sucede contigo?

El rubio se suelta del agarre de su mano.

—Me fui porque ya no quería estar ahí y si no me despedí es porque no quería arruinar su maravilloso baile.

—¿Te sientes mal?

Jimin abre su boca ligeramente y deja ir un suspiro agotado, seguido a una risa que está muy lejos de ser de felicidad. La bomba acaba de explosionar

—¡Sí, Jungkook, me siento mal, fatal diría yo! ¿Y sabes por qué? Porque estoy harto de hacer lo que no quiero, estoy harto de poner una sonrisa cuando en realidad quiero llorar.

—No entiendo.

—Claro que no lo entiendes y es mejor así.

—¡¿Por qué?! ¡Joder, Jimin, estás así desde que te dije que me iba a casar! —encara—. ¿No te alegras por mí?

—¡No! —chilla y sus ojos se humedecen—. ¡No me alegro por ti! De hecho estoy muy triste por culpa tuya, dijiste que recuerdas nuestras promesas, pero eres incapaz de recordar que un día dijimos que nos casaríamos y ahora tú has roto todo, me has roto. No puedo estar junto a ti y Taehyung por que siento que me muero, pero no pareces notarlo. Me llamas mejor amigo, pero nunca me trataste como a uno, de lo contrario no me hubieras tomado de la mano para ir a cualquier lugar y mi mamá no hubiera pensado que tú y yo estamos destinados a estar juntos —jadea con el pecho subiendo y bajando por todas las emociones encontradas en su interior—. He vivido enamorado de ti por años, quizás no soy lo suficientemente bueno para ti, de todas formas ya no importa, ¿no es así?

La mirada de Jungkook es más confusa que antes y eso irónicamente le hace reír a Jimin, es increíble que el pelinegro siga sin darse cuenta de lo que realmente quiere decir y tal vez si no estuviera con la cabeza a punto de estallar se quedaría a explicar el porqué de sus sentimientos, pero no es el caso, él está agotado de todo.

Absolutamente de todo.

Por milésima vez en el día se limpia sus lágrimas y se alista para marcharse.

—Vuelve con Taehyung, te debe estar esperando.

Es lo último que dice Jimin para desaparecer por alguna calle bajo la atenta mirada de los ojos negros de Jungkook.