En la casa de Park Jimin reina el silencio. Ninguna de las dos personas que se encuentran ahí se atreve a hablar, pero uno llora evitando hacer cualquier ruido mientras que el otro se siente morir al ver cómo su amado se rompe.
Por el momento no hacen falta palabras, Jungkook sabe que Jimin está enojado con él por su comportamiento. Y sí, sabe que actuó mal, pero no podía dejarse ganar por Jackson, un simple aspirante a ganarse un corazón que ya tiene dueño desde hace mucho.
Jungkook no puede permitir que Jimin cometa el mismo error que él cometió, intentar enamorarse de una persona por la cual no siente nada. Eso es arruinarse la vida, y lo sabe muy bien, porque si no hubiera sido tan cobarde ahora no se encontraría en la situación en la que está, a nada de casarse con alguien a quien no ama.
Pero aún no es tarde, aún puede cancelar la boda y estar con la persona a quien pertenece su corazón, solo necesita el consentimiento de aquel.
—Dime que lo deje y lo haré —habla haciendo que Jimin calme su llanto.
—¿Qué?
—Te amo a ti, no a Taehyung, solo tienes que decirme que lo deje y así será. Podremos estar juntos luego de eso.
Jimin no puede creer lo que escucha, ¿acaso Jungkook no es consciente de todo el daño que esa acción le haría a dos personas inocentes?
—Debes estar bromeando.
—¡Claro que no! Es cierto lo que digo —el pelinegro se atreve a acercarse y tomar las manos del contrario—. Podemos ser felices, Jimin.
—¿Y qué hay de Taehyung? Él está enamorado de ti y piensa que tú lo estás de él, no es justo que pague por tus errores.
—Eso es lo de menos, no tienes que preocuparte por él, quizás le cueste aceptarlo pero con el tiempo lo hará.
—¿Quién eres tú? —pregunta Jimin soltándose del agarre de sus manos y con los ojos volviendo a humedecerse.
—¿De qué hablas? Soy Jungkook —responde intentando volver a sujetar al rubio, pero este no se deja.
—No, no eres el chico del que me enamoré y lo odio —lagrimea—. Mi Jungkook no era egoísta y pensaba en los demás.
Jungkook no sabe cómo contestar, por primera vez se está eligiendo por sobre el resto, creyó que eso era algo bueno, pero al parecer no lo es.
¿Qué está mal? No quiere estar atado de por vida a alguien por quien solo siente una amistad, porque sí, a Taehyung solo lo ve como un amigo y no es capaz de imaginarse casado con él.
—No lo amo —es todo lo que dice.
—Lo hubieras pensado bien antes de proponerle matrimonio.
—¿Acaso tú piensas seguir con Jackson? Está claro que no lo quieres.
—Lo quiero, no como se supone que debo hacerlo, pero lo hago y sé que con el tiempo lo voy a poder amar igual o incluso más que a ti. Que sepas que no lo voy a dejar, porque aunque tú seas capaz de dejar a tu prometido sin que te importen sus sentimientos, yo no voy a hacer lo mismo con la persona que me ha amado incondicionalmente durante mucho tiempo, sé lo debo.
—¡No le debes nada! No es tu responsabilidad que él se haya enamorado de ti.
—Es cierto, pero fui yo quien le pidió que me ayude a olvidarte y no lo dudo ni un segundo aún sabiendo que eso podría lastimarlo.
Jungkook bufa sintiéndose frustado, enojado y acorralado. ¿Qué tiene que hacer para que Jimin seda? Ya lo ha intentado todo, le ha hecho saber que lo ama, que dejaría todo solo por estar con él. No importan los comentarios de la gente, solo quiere ser feliz con el chico del que está enamorado, ¿por qué el rubio no puede pensar de la misma forma?
—Te amo —dice teniendo la intención de que esas palabras le hagan cambiar de opinión a Jimin—. Perdóname por no ser lo suficientemente valiente para decírtelo antes, pero ahora te necesito, no me obligues a casarme con Taehyung.
—No lo hago, Jungkook, si quieres cancelar tu boda estás en toda la libertad de hacerlo, pero no lo hagas por mí porque no obtendrás nada —pronuncia mientras oye su corazón romperse mucho más de lo que ya está.
Jimin mentiría si dijera que todo lo que el pelinegro dijo no le hizo sentir nada porque con cada palabra que Jungkook articulaba, lo único que quería hacer era lanzarse a su brazos y repetirle lo mucho que él también lo ama, decirle que siempre supo que su destino sería estar unidos... si tan solo las cosas fueran diferentes así sería, pero lamentablemente no es el caso, Jungkook está a días de casarse y eso no debe cambiar.
Jimin no es tonto, sabe que hace mal al estar con Jackson, no lo ama y no sabe si algún día podrá hacerlo, pero prefiere repetirse a sí mismo que sí se enamorará, que solo debe tener paciencia y entregarse por completo.
Cada uno escogió el camino que mejor le pareció, ahora ambos deben cargar con el sufrimiento que trae aquello.
—Si no quieres estar conmigo, debo casarme, quizás así pueda superar esto que siento por ti.
—Inténtalo entonces y déjame en paz —dice Jimin, con la mirada perdida en el suelo—. No quiero que sufras, Jungkook, pero también tengo que cuidar de mí mismo. Si realmente me amas, respeta mi decisión y sigue tu camino. No puedo ser la razón de que dejes a Taehyung, él no merece eso.
Jungkook asiente con el alma en pedazos, ya agotó todos sus recursos por lo tanto no hay nada más que decir.
Se siente impotente, con el corazón dividido entre su deseo de estar con su rubio de ojos bonitos y la realidad de sus elecciones.
Toma una última mirada antes de salir de la casa, dejando tras de sí un silencio más pesado que nunca.
Ambos se quedan con un amor correspondido, pero con un futuro incierto que parece desvanecerse con cada paso que se aleja.
Mientras camina lejos de la casa de Jimin, Jungkook se sumerge en sus propios pensamientos tormentosos. Siente un nudo en la garganta, una mezcla de tristeza y resignación. Se reprocha no haber hablado antes, no haber sido lo suficientemente valiente para enfrentar sus propios sentimientos y cuestiona cada elección que lo llevó hasta donde ahora se encuentra.
En su mente, se repite a sí mismo que la vida sigue, pero el peso de las emociones no se disipa fácilmente y se ve obligado a enfrentarse a la realidad de que, aunque pueda continuar, llevará consigo el eco de un amor perdido y las cicatrices de las decisiones difíciles que ha tenido que tomar.
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𓂀 𝔽𝕚𝕣𝕤𝕥 𝕃𝕠𝕧𝕖 // 𝕂𝕠𝕠𝕜𝕞𝕚𝕟 𓂀
FanfictionUna historia donde dos mejores amigos se enamoran cuando son niños y prometen casarse, pero uno de ellos olvida aquel juramento.