10

440 54 17
                                    

—¡Para, Jackson! —pide Jimin, deshaciéndose en risas.

El peligris obedece, dejando de hacerle cosquillas, y se incorpora, saliendo de encima del cuerpo de Jimin.

—Amo tus risas —dice y deja un beso en la mejilla del contrario.

Después de tener una charla y que Jimin prometiera que nunca más se iba a perder, entraron a la casa del rubio y subieron hasta su habitación, que es donde permanecen ahora.

Jackson se recuesta a un lado de Jimin y con un brazo rodea su estrecha cintura. Es tan sorprendente para él poder finalmente estar con el chico rubio del que se enamoró apenas lo conoció.

La ternura de Jimin y su buen corazón fueron ciertos factores que cautivaron por completo al peligris, que sin duda cayó por completo ante él. Fueron innumerables las veces que intentó acercarse como algo más que un amigo, intentó de todo, pero el rubito siempre lo rechazaba de un modo indirecto. Jackson nunca supo porqué, sin embargo, nunca perdió las esperanzas de poder conquistarlo. En cada clase siempre le llevaba algún detalle, a veces eran gomitas, a veces eran chocolates, incluso flores, que Jimin, apenado, las recibía. Esa rutina se repitió durante dos años. Hasta que finalmente se le dio, no del modo que le hubiera gustado, pero pasó.

Saber que Jimin estaba enamorado de su mejor amigo, aquel pelinegro que lo iba a recoger después de clases, no fue fácil de asimilar y también fue doloroso, hasta pensó que todo lo que hizo fue en vano. Pero no podía reclamar, ni hacer nada. Nadie manda en el corazón y él es un claro ejemplo de ello. Así que pensó en rendirse, pero Jimin no le dejó, y entonces solo pudo hacer a un costado su dolor y ser novio del rubio hermoso.

A partir de ese momento, su única prioridad fue poner en primer lugar la felicidad de Jimin, así deje de lado la suya, y ayudarle a sanar.

Jackson se asegura a sí mismo de que Jimin va a conseguir superar su enamoramiento por Jungkook, y cuando eso pase, podrán ser muy felices, aunque él lo es desde ya.

—¿Desde cuándo estás enamorado de mí? —se atreve a preguntar, Jimin.

—Desde el primer día de clases —sonríe—. Bueno, me atrajiste desde ese momento, pero mi enamoramiento por ti se desarrolló con el paso de los meses. Y es raro porque nunca me diste "alas". Solo pasó.

—Vaya.

Jimin medita y recuerda las veces que Jackson era demasiado obvio con sus sentimientos. Pero a pesar de eso, él no fue capaz de captarlo al cien por cien. ¿Por qué?, quizás porque estaba demasiado ocupado pensando en Jungkook.

El peligris se recuesta sobre la cama de Jimin, y a su vez, atrae al rubio, quien cae encima de él.

Jimin sonríe y baja lentamente su rostro, rozando los labios del contrario. Ninguno cierra sus ojos, no hasta que sus labios se comienzan a mover en compás.

Para Jackson es la gloria, y para Jimin, un esfuerzo. No puede evitar recordar los besos que con tanto amor dejó la noche anterior sobre los labios de Jungkook y entonces abruptamente se separa del peligris, este último lo mira sin entender qué es lo que acaba de pasar, pero no reclama, piensa que todo esto es muy nuevo para Jimin y debe darle tiempo.

—Lo siento —murmura el rubio.

—No pasa nada, cariño mío. Sabes que no estás obligado a mostrar afecto si no sientes hacerlo. Lo entiendo.

Jimin asiente sintiéndose culpable, Jackson no se merece esto, no es justo que juegue con su corazón y se aproveche del amor que el peligris siente por él.

Cuando Jimin está por acurrucarse en el cuerpo de Jackson el timbre de su casa suena. Se pregunta quién podrá ser, no estaba esperando a nadie.

—¡No quiero ir! —se queja Jimin echándose para atrás, rebotando sobre la cama.

—Iré a ver yo —el peligris besa su frente para salir de la habitación.

Jackson baja tarareando una canción, está feliz por su relación y no piensa en otra cosa más que hacer feliz al rubito y ayudarlo a superar ese cariño que siente hacia su mejor amigo.

—¿Sí? —dice abriendo la puerta.

Su rostro se contrae al ver a la persona que está frente a él y su corazón se aprieta en cuando visualiza en la mano del opuesto el móvil que su novio perdió.

—Está mañana Jimin salió muy rápido de mi casa y olvidó su móvil —habla con una sonrisa socarrona porque sabe que esas palabras lastiman al contrario—. Voy a pasar para entregárselo.

Jungkook intenta hacer a un costado a Jackson e ingresar a la vivienda, pero este último lo detiene del brazo. Se miran por una fracción de segundos y solo ese tiempo es suficiente para saber que el odio que sienten el uno por el otro es mutuo.

Jungkook odia a Jackson por estar con Jimin en estos momentos y Jackson odia a Jungkook por hacer sufrir a Jimin.

—¿Quién crees que eres para incomodar a Jimin? Él no quiere verte.

El pelinegro suelta una risa burlona.

—Yo no estaría muy seguro de esas palabras.

—Solo eres su mejor amigo, Jeon, no te equivoques. Yo soy su novio.

Jungkook frunce el ceño y se suelta del agarre, no está dispuesto a seguir escuchando las estupideces que dice Jackson.

—Novio al que no ama, en cambio conmigo es diferente, y eso tú lo sabes muy bien. ¡¿Es por eso que no quieres que lo vea?! ¡¿Tienes miedo de que me prefiera a mí?!

—No tengo miedo de nada, no quiero que lo veas porque siempre que lo haces lo lastimas. ¡Ya déjalo en paz!

Tras escuchar la discusión, Jimin preocupado decide bajar y ver qué es lo que está sucediendo. A medida que se acerca las voces se hacen conocidas, obviamente una es de Jackson pero la otra... realmente no se esperaba que Jungkook viniera a buscarlo después de lo que ocurrió.

—¿Qué haces aquí? —pregunta con voz firme mirando al pelinegro.

Al oír la voz del rubio, Jungkook rompe el contacto visual que tiene con Jackson y ahora sus ojos se enfocan en Jimin.

Quiere acercarse, pero el lenguaje corporal del rubio le indica que no debe hacerlo.

—Quería verte —responde dubitativo—. Y también entregarte esto —le extiende el móvil con funda amarilla—. Lo olvidaste en mi velador.

Jimin no sabe qué hacer, su mirada se alterna entre Jungkook y Jackson, y solo tiene ganas de llorar al ver cómo el peligris baja la cabeza entendiendo que fue engañado.

Jimin no perdió su móvil en el parque, lo dejó en la habitación de Jungkook.

—Lo mejor es que me vaya —el peligris rompe el silencio—. Si necesitas cualquier cosa llámame.

—¡No! ¡Jackson, espera! —el rubio intenta ir detrás, pero Jungkook lo detiene.

—Déjalo —murmura.

Finalmente el peligris sale de la casa con mil pensamientos en la cabeza, ¿cómo es posible que un momento bonito se vuelva trágico en cuestión de minutos?

Él sabía que Jimin no estaba enamorado de él, pero tampoco se esperaba que este le mintiera y odia tener que admitirlo, pero Jungkook tenía razón al decir que Jimin lo prefiere a él.

¿Por qué no puedo ser Jungkook? Piensa. Desde que conoció al rubio su mundo y su vida se limitaron a su existencia. Su motivación de clases era Jimin, su razón de ser era Jimin.

Y lo sigue siendo porque a pesar de saber y entender que jamás logrará ocupar el primer puesto en el corazón del rubio, Jimin sí es su primer lugar en todo y supone que con eso basta.

No importa que su amor no sea correspondido, él puede amar por los dos y tal vez en algún momento todo se volverá mutuo.

Sí, eso pasará y no necesita ser Jungkook.

𓂀 𝔽𝕚𝕣𝕤𝕥 𝕃𝕠𝕧𝕖 // 𝕂𝕠𝕠𝕜𝕞𝕚𝕟 𓂀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora