El sonido de las pieles chocando y los gemidos inundan la habitación del pelinegro, Jimin se sostiene como puede de las sábanas mientras sus piernas rodean las caderas de Jungkook.
El placer los tiene cegados a ambos permitiéndoles disfrutar del momento sin remordimientos, por ahora solo son ellos dos amándose.
—Kook, más lento —pide el rubio porque sabe que si continúan como hasta ahora terminará pronto y eso es lo que no quiere.
Jungkook obedece y ralentiza sus embestidas mientras se concentra en las expresiones del de abajo. Mantiene sus ojos en él, apreciando cada detalle de aquel rostro tan armonioso y en cómo se contrae cuando alcanza cierto nivel de placer.
De pronto una oleada de calor intenso los rodea a ambos, Jimin siente un cosquilleo extraño en su vientre bajo y Jungkook siente que las paredes del rubio le empiezan a apretar más de lo normal, es entonces que sin pensarlo ambos llegan al orgasmo juntos.
Los brazos del pelinegro se debilitan haciendo que su cuerpo caiga a un costado de Jimin. Mientras sus respiraciones se regularizan ninguna habla y es cuando les cae el golpe de realidad.
Los ojos de Jimin se llenan de lágrimas al darse cuenta de que una vez más volvió a caer en lo mismo, una vez más se dejó llevar por sus sentimientos hacia el pelinegro, pero a diferencia de la primera vez, algo ha cambiado en él.
En lugar de ser consumido por la preocupación, una extraña aceptación se apodera de él. Sabe que está repitiendo un patrón dañino, pero la idea de renunciar a esos sentimientos le resulta más aterradora que enfrentarse a las consecuencias. Y aunque le da miedo la falta de remordimiento, por alguna razón, está dispuesto a arriesgarse una y otra vez, como si el dolor de sus errores fuera un precio razonable para mantenerse cerca de Jungkook.
Con las manos temblorosas toca el rostro de Jungkook y lo acaricia con devoción, la textura cálida de la piel bajo sus dedos lleva corrientes eléctricas hacia cada parte de su cuerpo haciéndole sentir mil cosas a la vez, cosas que si quisiera describir no podría por la intensidad que llevan en ellas.
De pronto las pequeña manos del rubio son capturadas por las del pelinegro, este deja un beso en el dorso de ella y luego la guía hacia su pecho exactamente sobre el lugar donde se supone que está el corazón.
—¿Lo sientes? —pregunta Jungkook con una media sonrisa—. Está acelerado por ti.
A diferencia de Jimin, Jungkook nunca se sintió culpable por aquella aventura porque de cierto modo se sentía correcto. Tuvo entre sus brazos a la persona que ama, eso de ninguna manera podía ser negativo y claro que no lo es mientras olvida que está a nada de casarse con Taehyung, pero no le da vueltas al asunto, solo quiere su felicidad.
—Jungkook, sabes que esto está mal, ¿verdad? Ambos sabemos que no deberíamos estar haciendo esto —dice Jimin, aunque su voz suena débil y titubeante.
Jungkook clava su mirada en Jimin, sus ojos oscuros reflejando una mezcla de deseo y adrenalina. Puede notar como Jimin no está convencido al decir aquellas palabras, quizás sí piensa que está mal, pero a su vez, sus ojos brillantes revelan que no la situación no le parece mala.
—Pero te gusta. Al parecer te agrada el hecho de que esto sea "prohibido".
—Qué...
—¿Me equivoco? Si es así, cómo explicas el rojo en tus mejillas.
El rubio prefiere callar y una vez más se deja llevar por la atmósfera que comparten, entregándose al deseo que ambos necesitan satisfacer. Pega sus labios a los de Jungkook y de un momento a otro la habitación parece cargarse de electricidad mientras sus cuerpos se entrelazan otra vez, explorando cada rincón de la piel del otro, pero esa atmósfera parece romperse cuando el sonido lejano de un móvil interrumpe. Jungkook bufa frustrado al reconocer el sonido y va en busca del aparato. Lo encuentra en el bolsillo del pantalón con el que estaba vestido antes de desnudarse.
—Es Taehyung —murmura Jungkook.
El rostro de Jimin se contrae, pero en ese instante aparece una loca idea en su cabeza, que aunque no está muy seguro de que tan bien saldrá, la quiere ejecutar.
—¡Contesta!
—¿Seguro? No quiero arruinar esto.
—No, no, no pasa nada, contesta.
Jungkook asiente poco convencido y finalmente atiende la llamada antes de que se corte.
—¡Cariño! —la voz eufórica del castaño se oye.
—Hola, Tae —responde el pelinegro a secas.
Jimin observa como Jungkook parece dormirse mientras habla con su prometido, aquello le parece de lo más cómico, es bueno que ya sepa que hacer para quitar esa cara de aburrimiento de Kook.
—Jungkookie —susurra de lo más bajito y lo atrae a él con un gesto de mano.
El pelinegro camina hacia él y se sienta en la cama sin esperar que el rubio se suba en su encima y comience a dejar besos a lo largo de su cuello. La voz se le entrecorta a Jungkook, definitivamente no contaba con ese movimiento por parte de Jimin.
—Un segundo, Tae —dice el pelinegro y silencia su móvil—. ¿Qué haces? —mira con una ceja enarcada al rubio.
—Haciendo que no te duermas en medio de la llamada —responde con una sonrisa simple mientras se encoge de hombros.
—Nos puede escuchar.
—¿Y?
Jungkook niega con la cabeza y vuelve a hablar con Taehyung. Mientras tanto, Jimin se las ingenia para ir bajando poco a poco hasta llegar al miembro del pelinegro y sin dudarlo se lo mete a la boca. Nunca lo ha hecho antes así que le resulta un poco complicado hacerlo bien pero se las apaña como puede.
Jungkook se estremece ante las sensaciones que su cuerpo va experimentando y sin importarle que su prometido esté hablando sobre lo increíble que será estar casado en solo un par de horas, cuelga y se dedica a disfrutar la felación que el rubio le hace.
Aquello es como un triunfo para Jimin, le fascina ser la primera opción para Jungkook y de pronto la idea de que el pelinegro se case ya no le molesta ni lo entristece porque aunque Jungkook una su vida a la de Taehyung solo será por medio de un papel, en cambio él se entregó en alma y cuerpo, y eso vale más que cualquier documento.
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𓂀 𝔽𝕚𝕣𝕤𝕥 𝕃𝕠𝕧𝕖 // 𝕂𝕠𝕠𝕜𝕞𝕚𝕟 𓂀
FanfictionUna historia donde dos mejores amigos se enamoran cuando son niños y prometen casarse, pero uno de ellos olvida aquel juramento.