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La brisa mañanera, que entra por la ventana abierta, despierta a Jimin, este se remueve en la cama y lentamente abre sus ojos para acostumbrarse a la luz del día.

Hay un brazo rodeando su cintura desnuda y no hace falta que se giré para saber de quién se trata porque ya lo hace y de hecho, le asusta.

Los recuerdos de la noche anterior le caen como balde de agua helada y la culpa se apodera de su ser. Está arrepentido, totalmente arrepentido de lo que pasó ayer, ¿cómo fue capaz de dejar a Jackson e irse como si nada con Jungkook?, ¿cómo pudo dejar que ese pelinegro se apoderara de su cuerpo en la forma que lo hizo?

Y claro que Jungkook no es el único culpable, Jimin también lo es, y eso le pesa cada segundo, el dolor en su pecho es tan fuerte que no puede evitar llorar.

Cubre su boca con sus dos manos para tratar de no hacer ruido y no despertar al contrario. Quisiera irse, pero no tiene fuerza emocional para levantarse y huir.

Cuando sus quejidos alcanzan un volumen ligeramente más alto, es inevitable que Jungkook despierte, y cuando lo hace lo primero que este ve es el rostro rojo y empapado de Jimin. Con velocidad se incorpora de tal modo que queda sentado sobre el colchón, intenta tocar el hombro expuesto del rubio, más este lo esquiva y se levanta cubriendo su cuerpo con una sábana, dándole la espalda.

—Es necesario que hablemos —dice Jungkook.

—¿De qué? No hay nada para decir, lo que sucedió no cambia nada —responde sin mirarlo.

Jungkook se levanta también, coge su ropa interior y se la coloca.

—¡Todo puede cambiar! —exclama desesperado.

Jimin se voltea con una extraña sensación de furia y dolor recorriendo su cuerpo.

—¡Tienes un novio y te vas a casar!

—Pero te amo a ti.

—Es un mal momento para notarlo, ¿no crees?

Jimin está seguro que lo que el pelinegro acaba de decir es solo para retenerlo. Algo en su interior se retuerce, le duele pensar que la persona de la que se enamoró le quiera manipular.

Entonces con el poco ánimo que le queda se enfrenta a Jungkook.

—¡Te llevaste algo que era para la persona que me amara! —continua—. Y no solo hablo de mi primera vez, Jungkook, te llevaste mis besos, mi amor, ¡todo! Y si hay algo que va a cambiar, voy a ser yo. Ya no te quiero en mi vida —gruesas gotas caen de sus ojos—. No puedo más.

Antes de derrumbarse aún más, Jimin toma su ropa del piso y se encierra en el baño. Una vez dentro, comienza a cambiarse lo más rápido que puede mientras su pecho no para de oprimirse.

Terminar su amistad con Jungkook, fue una cosa que nunca consideró, porque en su mente creía que no existiría nada que los alejara en la vida. Ahora todo eso se ha derrumbado y lamentablemente no se puede hacer nada para arreglarlo.

Cuando termina de cambiarse sale del baño. Y como alma que lleva el diablo, sale también de la habitación del pelinegro, solo para no darle tiempo a objetar o detener su andar.

Baja las escaleras con prisa e ignora el saludo que le da la señora Jeon desde la sala de estar. Abre la puerta que da hacia la calle. Y sólo cuando está fuera de la casa, vuelve a respirar y se permite llorar una vez más. Sin miedo a que Jungkook baje y lo vea. Lo conoce tan bien que seguramente ahora debe estar sentado sobre su cama con los codos reposando en sus rodillas y sus manos estrujando su cabello, mientras se replantea lo que acaba de suceder.

Jimin no se equivoca.

El rubio no puede evitar sonreír con burla hacia él mismo. ¿De qué sirve conocer las acciones del pelinegro?, si nunca pudo darse cuenta que su corazón nunca le pertenecería.

𓂀 𝔽𝕚𝕣𝕤𝕥 𝕃𝕠𝕧𝕖 // 𝕂𝕠𝕠𝕜𝕞𝕚𝕟 𓂀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora