Después de clases, Jimin y Jackson caminan sin rumbo por las calles, sin decir ni una sola palabra, solo sintiendo la calidez de la compañía del otro.
Por la mente del rubio pasan demasiadas ideas, pensamientos ocultos que no se atreve a expresar, quiere liberarse de todo sentimiento hacia Jungkook, necesita dejarlo ir y si es necesario perder su amistad de años también. Jackson es un buen candidato para ayudarle con aquello, pero tampoco quiere lastimarlo con esto.
Suspira y detiene su andar, el peligris se gira confundido y retrocede los pasos que avanzó hasta quedar a la misma altura del rubio.
—¿Qué pasó?
—Necesito un favor —pide y el contrario asiente.
—Lo que quieras, cariñito.
Jimin sonríe y se pregunta si es que algún día se acostumbrará a los apodos que Jackson le pone.
—Consigue una fiesta —dice—. Me urge desestresarme.
—¿Una fiesta? ¿A mitad de semana? No hay forma de conseguirlo.
—Bueno —Jimin agacha su cabeza—. Entonces solo llévame a casa.
El rubio continúa sus pasos dejando atrás a Jackson, pero este en un segundo lo alcanza y lo detiene.
—No puedo conseguir una fiesta, pero puedo llevarte a un club —sugiere.
—¡¿En serio?! —sonríe una vez más, agrandando sus ojos—. Pero no soy miembro de ningún club.
Jackson saca una tarjeta dorada del bolsillo trasero de su pantalón y se la muestra.
—Pero yo sí, así que esta noche serás mi invitado.
—¿Harías eso?
—Sí, haría cualquier cosa para que esa sonrisa tan bonita que tienes no desaparezca nunca.
El rostro del rubio enrojece como un tomate y este solo puede asentir.
Es así como cambian de dirección, toman un taxi y empiezan con su recorrido hacia el club.
Al llegar, en la entrada hay dos hombres que le doblan en tamaño y contextura a Jimin, al parecer son parte de la seguridad del lugar.
Tomando de la mano al rubio, Jackson camina con mucha confianza hacia aquellos hombres, le entrega su tarjeta dorada a uno de ellos, este lo verifica, se la devuelve y haciendo una reverencia le deja ingresar junto a su acompañante sin poner ni un solo pero.
—Nos dejaron entrar muy fácil, ¿no crees? —pregunta Jimin y el peligris ríe—. ¿Qué es gracioso?
—Ser hijo del dueño tiene ciertas ventajas —dice con tranquilidad—. Ni siquiera hubiera sido necesario darle la tarjeta, me conocen y me hubieran dejado entrar sin problema.
—¿Y entonces por qué se la diste?
—Para pasar desapercibido —acaricia las mejillas de Jimin—. De todos modos eso no importa, estamos aquí para que te diviertas, así que concéntrate solo en eso, ¿vale?
Jimin asiente y aún tomados de las manos, caminan por el medio de las personas, que por cierto no hay muchas por ser un día particular.
El club es muy grande y lujoso, en el techo hay lámparas de cristal que decoran, de ellas salen luces blancas, sin embargo el color predominante en el lugar es el azul y morado. A modo de paredes hay mamparas transparentes cubiertas por cortinas de gasa blanca, que permiten ver los alrededores del club, entre ellos una piscina de mediano tamaño. En el centro hay un escenario con barras de hierro, Jimin deduce que hay bailarinas que se encargan de usarlos en sus presentaciones. También hay una barra de bebidas, donde la mayoría de gente está embriagándose como si fuera sábado y no miércoles.
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𓂀 𝔽𝕚𝕣𝕤𝕥 𝕃𝕠𝕧𝕖 // 𝕂𝕠𝕠𝕜𝕞𝕚𝕟 𓂀
FanfictionUna historia donde dos mejores amigos se enamoran cuando son niños y prometen casarse, pero uno de ellos olvida aquel juramento.