-Comitted-
"Amar es más que solo querer y realmente no se lo que estoy sintiendo".
Sakura Haruno es una joven que se ve obligada a casarse con el príncipe heredero para evitar escándalos; tras la enfermedad de la emperatriz madre, ambos se ven obli...
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Itachi se despide de ella por la mañana, dándole sus mejores deseos para que todo marche bien. Se volvía extraña -de una buena manera- la forma en que ambos se había acercado, su relación estaba sin duda mejorando y los coqueteos e insinuaciones comenzaban a ser más evidentes.
Quizás se estaban enamorando.
Ella respira profundo, dejando que una de sus criadas termine de acomodar su cabello con la corona dorada. Luego la puerta se abre repentinamente dejando ver a Itachi que se adentra a ella, algo sorprendido de aún ver a Sakura en su habitación.
—¿Emperatriz? Creí que ya estarías comenzando tu fiesta.
—Lo sentimos, es nuestra culpa, emperador.
El pregunta. —¿Cuál es el problema?
—La corona se cae.
—Déjamelo a mi.
La señorita se mueve un poco demasiado avergonzada y es Itachi quien se pone detrás de Sakura, retira esa hermosa corona y la deja sobre la mesa. El cabello de Sakura cae por sus hombros, como la misma tinta -si la tinta fuera rosa- derramándose de un frasco.
—Soltaste el cabello —. Murmura Sakura algo angustiada. Probablemente llevaba diez minutos de retraso.
—Ese es el problema. Tu cabello no está correctamente atado, lo que causa que la corona se mueva de su lugar.
Itachi ata su cabello cuidadosamente, asegurándose de que en esa ocasión el peinado sea lo suficientemente firme como para que no se deshaga con ningún movimiento o el peso de la corona. Luego coloca la corona sobre sus cabellos, es dorada y con piedras rosas incrustadas, seguramente un regalo de la emperatriz viuda.
—Está listo.
Sakura se mira al espejo. Es un trabajo muy bien hecho y por un momento se pregunta el como Itachi aprendió a hacer este tipo de cosas, Itachi puede ver sus dudas pero no responde y ella tampoco pregunta, simplemente agradece.
—Muchas gracias, emperador.
El niega. —Si necesitas que lo vuelva a acomodar solo llámame.
Sus manos se posan sobre los hombros de Sakura. Las criadas se habían ido en algún punto, creen que es una escena tan íntima como para tener que verla. Itachi deja escapar una risita y Sakura se aparta con el ceño fruncido y apunto de quizás maldecirlo -justo como lo había hecho ya anteriormente-, pero antes de que eso suceda Itachi coloca un dedo sobre sus labios para que guarde silencio.
—Vas tarde, querida.
Claro, lo había olvidado. Sin más que hacer Sakura se marcha rápidamente, antes de que se haga más tarde y las mujeres crean que ella es una impuntual, pero por suerte eso no sucede y la fiesta comienza amistosamente.
