Capítulo doce: Una mujer como la emperatriz

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“Una impostora”

Sakura todavía llora por las noches, justo cuando el dolor se enmarca con más fuerza en su pecho, Izumi puede escucharla incluso en la habitación vecina

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Sakura todavía llora por las noches, justo cuando el dolor se enmarca con más fuerza en su pecho, Izumi puede escucharla incluso en la habitación vecina. Su condición solo empeora y eso la pone aún más nerviosa; no importa que haga o que diga, Sakura ya no va a sonreír.

—¿Qué haces aquí?—, le pregunta Izumi a Shisui, quien se acerca para abrir la puerta de la emperatriz.

—Tengo un anuncio para la emperatriz.

—Espero que sea algo importante, ella no está en condiciones.

—Mi señora—, llama Shisui del otro lado de la puerta, luego entra incluso si no recibe una respuesta de su emperatriz y es Izumi quien lo sigue.

—¿Qué sucede?—, pregunta ella, mientras observa a la nada por el balcón de su habitación, todo está solo, no hay nadie en el jardín, la hace sentir más solitaria. —¿Qué paso con el niño que jugaba en el jardín, Izumi?

—Se marchó con su madre está mañana.

—Oh.

—¿Necesita que alguien más esté en el jardín?

—No—, le dice a Izumi y luego se gira para mirar a Shisui. —¿Qué haces aquí?

El suspira. —Su luto, no puede seguir así.

—¡Tengo el derecho de quedarme aquí! ¡Incluso si es un año!

—¡Pero le están robando lo que es suyo!

Sakura lo observa, con lágrimas en los ojos que amenazan con desbordarse y luego se sostiene de la pared porque en cualquier momento podría perder la fuerza debido a los mareos repentinos, Izumi se aproxima a ella y la ayuda a sostenerse.

—Trajeron a su reemplazo.

—¿Qué?—, eso las detiene a ambas.

—La emperatriz madre trajo a una mujer idéntica a usted, ahora sale con el emperador en eventos públicos.

—¿Por qué?

—La gente creyó que estaba muerta.

—¿Pero por qué?

—Necesitan verla para sentirse seguros, así que ella visita de vez en cuándo la casa de caridad, hace fiestas de té y sale a dar paseos.

Izumi se asombra un poco—¿Acaso nadie nota las diferencias?

—Es una mujer idéntica a usted.

Una mujer idéntica a la emperatriz, su cabello es rosa y largo como el de la emperatriz, se viste como ella, a veces parece que usa sus vestidos, pero no se comporta como lo haría la emperatriz.

No es ella.

Una impostora.

—Tiene que regresar.

La emperatriz consorte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora