Capítulo dieciséis: Un trio de idiotas

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“Un trío de idiotas”

Para cuándo despierta ya es demasiado noche, lo sabe porque puede ver la luna creciente por una ventana ligeramente abierta, de la cual fluye una suave brisa de aire que la hace estremecer, solo entonces se da cuenta de que no se encuentra en su h...

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Para cuándo despierta ya es demasiado noche, lo sabe porque puede ver la luna creciente por una ventana ligeramente abierta, de la cual fluye una suave brisa de aire que la hace estremecer, solo entonces se da cuenta de que no se encuentra en su habitación en el viejo palacio.  

Era otro lugar, no tan diferente porque se veía que también parecía un palacio de alto valor. Sakura se remueve en la cama, le cuesta un poco pararse, pero logra hacerlo.

Camina lentamente, sosteniéndose de una pared mientras sale de ese lugar.

No puede negar que tiene un poco de miedo y está demasiado asustada, confundida y agobiada. ¿Qué había pasado? ¿Todo era un sueño a causa del estrés? No podía descartar esa idea, o también podría ser que todo la estuviera volviendo loca al punto de imaginar cosas que nunca pasaron, como lo era una guerra sin sentido y soñar con alguien que ya murió.

Hay un balcón al final del pasillo, las puertas abiertas en par, no pierde esa oportunidad y corre hasta ahí, sosteniéndose de la valla de mármol que le impide caer desde el tercer piso en el que se encuentra.

Si, no estaba loca.

Este ni siquiera era su hogar.

Quizás justo ahora era mejor estar loca que tener esta realidad.

Está apunto de brincar por el balcón -porque cree que es demasiado peligroso simplemente salir por la puerta de entrada-, cuando alguien la toma del antebrazo, hay cierta fuerza y un impulso que hace que sus pies descalzos regresen al piso.

—Despertaste.

No necesita mirar a la persona que le habla; sigue de espaldas, con los hombros temblando y su vista borrosa por lagrimas que se asoman en sus ojos de jade. Ella se limpia las lágrimas, demasiado fuerte porque le duele cuando toca su piel, aunque es inútil porque todavía está llorando, mientras se pone de rodillas y cubre su rostro.

—¿Sakura?

—Esto es un sueño. Esto es un sueño. Esto es un sueño.

Sasuke pierde el aire por un momento, no comprende porque Sakura comienza a llorar tan repentinamente. Se pregunta si comenzó mal sus palabras, ¡Pero apenas habló!

—¿Por qué estarías aquí si esto fuera verdad?

No puede negar que el miedo crece aún más en ella, como si todo lo que estuviera pasando no fuera suficiente. Lidiar con todo a la vez es tan agobiante que simplemente no sabe cómo reaccionar, solo deseando perderse en un mar profundo y oscuro, en donde nadie pueda encontrarla jamás. Si, eso sonaba como una buena idea.

Sasuke finalmente toca su hombro, es cuidadoso cuando lo hace. Siente a Sakura temblar bajo su toque y luego hace que la emperatriz se levante del suelo. Por primera vez sus ojos se encuentran, después de tantos años, todavía puede ver un ligero destello en esos oscuros ojos que son como la misma tinta.

La emperatriz consorte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora