Lee MinHo, hijo del Gran Duque y mano derecha del Rey. Habitantes del inigualable reino de Thyateira, conocido por su prosperidad, sus tierras fértiles y su exportación de cristales y joyas preciosas. El reino perfecto.
Han Jisung, el pobre hijo de...
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El cumpleaños de JiSung fue un día genial.
MinHo alcanzó a conseguir un abrigo de lana en forma de capa, regalo que dejó encantado a Han. Luego, Felix dijo "espero que no hayas olvidado el mío", así que tuvo que volver al mercado para conseguir un regalo para Felix: un cuaderno cocido y un tintero. "Deberías querer más a tu primo", le dijo JiSung cuando vió el regalo, aunque a Felix parecía gustarle mucho.
Los días transcurrían y de pronto ya era el mes de octubre, tenían poco más de dos semanas para prepararse para el cumpleaños de MinHo.
JiSung y Félix planeaban el regalo que podrían darle, las temperaturas comenzaban a bajar por esas épocas del año, pero tenían la esperanza de poder hacer algo al aire libre.
Se llegó el 20 de octubre y JiSung estaba preguntándole a Felix qué tan conveniente era celebrar un cumpleaños sin cumpleañero.
— Pero te digo que deberíamos convencer a mi tío.
— Ya, convencemos al señor, ¿y luego? Tiene que darle una excusa válida al Rey.
— Los viajes le hacen daño.
— Hay medicina para eso.
— Ah... El... No, espera. ¡Ah! Se enfermó.
— Felix, MinHo acaba de ir hoy al palacio, esa no se la va a creer.
— ¿Cuándo es que sale el barco?
— Mañana a mediodía.
— Agh... Bueno, le guardaremos pastel.
— ¿Qué pastel? — preguntó MinHo ingresando a su habitación.
— Oh... Volvieron temprano — JiSung le hizo señas para que se sentara con los dos en el piso, lo que MinHo hizo inmediatamente.
— Min, ya que te vas de viaje, no hay problema si nos comemos todo el pastel por ti, ¿no?
— ¡¿Van a celebrar mi cumpleaños sin mí?!
— Vamos a celebrar tu cumpleaños, si tú faltas es tu problema.
— ¡JiSung!, ¿tú también apoyas la idea?
— Sí, es mi venganza por haber comido pastel sin mí durante una semana.
— ¡Pero ya me disculpé por eso! Además, no es mi decisión irme de viaje... ¿Y si vamos juntos?
— No, gracias — habló rápidamente JiSung — No creo ser capaz de convivir en un espacio tan cerrado con ese hombre.
— ¿Es muy malo? — preguntó el inocente extranjero.
— ¿Recuerdas el día que se escucharon disparos cuando jugábamos en la plaza? — el más chico asintió — Bueno, era él.
