◌¨̮͚ Prólogo ˖⸙̭❛

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Lee MinHo

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Lee MinHo.

La fiesta se sentía cálida en realidad

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La fiesta se sentía cálida en realidad.

Aún pese a que mi debut en la sociedad ha tenido lugar hace bastante tiempo, es la primera vez que asisto al baile anual que el gran monarca del reino ha decretado, en donde solo la élite de la nobleza, y los extranjeros más poderosos, podían entrar. Muchas veces he asistido a los bailes, aquellos que abren a todo el público, y que tienen lugar en el salón más grande del palacio; por otro lado, aunque este evento sea tildado de "baile", lo cierto es que se asemeja más al tipo de reunión que muchos hombres - ansiosos de poder, avariciosos y egoístas - tendrían para negociar, chantajear, buscar el próximo negocio jugoso que los llevará a la riqueza absoluta.

La fiesta que proclamé "cálida", en realidad provocaba náuseas en mi interior.

Nuestra estancia en aquel gran salón se prolongó durante, al menos, 3 horas, mismas que sentí como una eternidad, recorriendo con mi vista la decoración, posando la mirada en aquellas piezas de arte tan exclusivas y de gusto exquisito, observando la aglomeración, algunos más ebrios que otros, algunos discutiendo temas serios, vendiendo, comprando, haciendo esos juegos de poder que tan bien se les daba.

Consideraba seriamente el salir de aquella reunión, las multitudes nunca han sido mi fuerte, prefiero evitarlas, no es que mis piernas tiemblen al hablar, o que carezca de habilidad social, pero he hallado un mayor recreo en las actividades que se pueden disfrutar por uno mismo.

Me encontraba meditando mis propios pensamientos cuando el llamado de alguien hizo que la sala quedase en silencio por primera vez en la noche.

- ¡La cena está servida! ¡Su Majestad, el Rey Maximilian Dmitry Balovento, les convoca al comedor real! - exclama el mayordomo.

Ante lo dicho, el bullicio se vuelve moderado mientras, en distinguidos grupos, se avanza hasta el comedor, una mesa amplia y espaciosa, un gran salón, con variedad de guarniciones y aperitivos, todos de pie en sus respectivos lugares aguardando a que el Rey se presentase en la sala.

Al ser hijo del duque más cercano al monarca, mi asiento ha sido reservado a una distancia relativamente corta del asiento de Su Majestad, mi padre, el Gran Duque Lee ChinMae, me mira con una sonrisa leve, es entonces cuando recuerdo su advertencia sobre las posibles barbaries que vería durante la cena. He venido preparando mi mente para ello desde que me propuso acompañarlo, creo que estaré bien.

La Concubina del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora