22. Tratados

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Las fechas festivas, llenas de colores y risas, pasaron en un abrir y cerrar de ojos, había comenzado un nuevo año, la temperatura fría comenzaba a sentirse más cálida y empezaba a abrir paso a la primavera nuevamente

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Las fechas festivas, llenas de colores y risas, pasaron en un abrir y cerrar de ojos, había comenzado un nuevo año, la temperatura fría comenzaba a sentirse más cálida y empezaba a abrir paso a la primavera nuevamente.

De la misma manera en que la nieve comenzaba a limpiarse de los caminos, las vistosas flores comenzaban a tapizar el paisaje con distintos colores, las aves revoloteaban y animaban el día con sus dulces cantares. La vida había vuelto al reino.

Excepto para algunos, claro está, Lee MinHo, por ejemplo, que llevaba demasiadas, incansables, agotadoras, devastadoras horas en la sala de juntas del Parlamento Real.

Ni siquiera estaban planificando algo que lo involucrara directamente a él, ni al ministro de Relaciones Exteriores, todo era sobre ampliaciones para el Palacio Real, el baile más próximo y el festival de primavera. Nada que requiriera su presencia en ese lugar.

Creía que estaba disimulando muy bien su aburrimiento, hasta que su padre le hizo una seña con la mirada para que se sentará derecho e intentara poner atención a lo que el Rey estaba hablando, aunque era completamente en contra de su voluntad. Apenas empezaba a divagar nuevamente cuando el hombre a su lado se puso de pie, "oh, no", pensó, si el ministro tenía algo que hablar con el Rey, significaba prolongar más la reunión, y la peor parte era que ahora él también tenía compromiso de permanecer activo en la conversación.

- Su Majestad, el informe del ministerio de Relaciones Exteriores correspondiente a este mes reporta que la nación vecina, Amatory, solicita la asistencia de Su Real Majestad a fin de negociar un Tratado entre ambos reinos, verá, en los últimos meses han escaseado sus recursos, por lo que, al ser nosotros la nación más cercana, y una de las más poderosas del continente, solicitan nuestro apoyo para superar la crisis.

Todos sabían que estaban perdiendo si tiempo y desperdiciando su esfuerzo, el Rey Maximilian no tenía ningún motivo que le beneficiara lo suficiente como para considerar la opción de ayudarlos.

- ¿Por qué deberíamos ayudarlos? Si puede convencerme de firmar esta alianza, iremos, ¿está de acuerdo?

- Su Majestad, con el debido respeto, pero no veo algún motivo por el que no sea posible ir, aún hay bastante tiempo hasta el Baile Real, el festival puede ser encomendado a alguien más de los nobles aquí presentes, podemos hacer un viaje corto con pocos miembros del Parlamento y hablar sobre este asunto con el monarca de Amatory.

El Rey ocupó su asiento, trazaban líneas sin armonía en la madera de la mesa con sus dedos mientras escuchaba al Conde en su explicación. El lugar se quedó en silencio un par de minutos, hasta que él respondió.

- Le pedí razones para formar una alianza, no la planificación del viaje, Conde.

El hombre tuvo que morderse la lengua, apretar sus labios y volver a tomar asiento, sabía que sería simplemente vano.

La Concubina del ReyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora