Lee MinHo, hijo del Gran Duque y mano derecha del Rey. Habitantes del inigualable reino de Thyateira, conocido por su prosperidad, sus tierras fértiles y su exportación de cristales y joyas preciosas. El reino perfecto.
Han Jisung, el pobre hijo de...
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Llegada la noche, con los nervios a flor de piel y la brisa fresca anunciando el cambio de clima que se aproximaba, Lee MinHo tiraba piedritas a ritmo lento, apuntando a la ventana de la habitación de la que colgaba un pañuelo azul, unos cinco golpecitos rítmicos fueron suficientes para que el chico abriera la ventana, sus ojos brillantes enfocados en su visitante, que subió no mucho después por la escalera que le era tendida desde aquella habitación.
El miedo de la primera vez dada la altura, ahora se sustituía por la emoción de volver a encontrarse.
— Buenas noches — le saludó el pelinegro apenas el mayor llegó arriba.
— Dijimos que dejaríamos las formalidades, Ji.
— Genuinamente deseo que pases una buena noche... Creí que tardarías más en venir.
— ¿Por qué? — hizo una expresión de tristeza exagerada — ¿Ya no me quieres aquí?
— No es eso, es que ya es la quinta vez que vienes esta semana, solamente faltaste un día y, según recuerdo, fue porque tenías algo que hacer con HaeWon.
— Pero nos vemos muy poco tiempo, aunque viniera a diario, no es suficiente si solo hablamos por una hora.
JiSung quiso decirle que debía ser suficiente, pero el rumbo que estaba tomando la conversación era de cuestionarse, eran demasiadas ideas cursis de "te extraño mucho, no puedo vivir sin ti", y realmente no quería generar sentimientos equivocados, debía mantener todo controlado mientras pudiera.
— ¿Quieres pastel de fresa o tarta de manzana?
— La chica que se case contigo será muy afortunada, no creo que tenga que preocuparse de dónde estás o si llegaras a cenar, serás un gran hombre de familia.
— Ay, no digas esas cosas, siento que estoy a punto de cumplir treinta años... Ji, ¿puedo hacerte una pregunta?
— Sabes que sí.
— Tú, en algún punto de tu vida, ¿has pensado en eso?
— ¿En qué cosa?
— Tener familia, o casarte.
— Ah... Bueno, supongo que alguna vez lo pensé, pero es complicado.
— ¿Por qué?
JiSung se sentó en el piso con las piernas cruzadas, MinHo lo siguió y se sentó a su lado, buscaba una manera de explicar su situación sin dar lástima.
— Cuando era niño, siempre quise tener una familia real, creo que nunca hablamos de esto, ha pasado bastante tiempo así que supongo que debería estar bien hablarlo ahora.
MinHo se acomodó en su lugar e hizo un gesto con la cabeza para que siguiera.
— Mis abuelos me contaron la historia de mis padres, mi mamá era la hija menor de una familia de granjeros, el hermano menor de mi padre, JinYoung, estaba enamorado de ella, pero esperó hasta que fuera mayor de edad para empezar a cortejarla. El problema era que mi progenitor, Jong, también estaba enamorado de mi mamá, pero la diferencia era que Jong simplemente la persiguió desde que ella era muy chica, o eso dijo mi tío.
