Capítulo 1

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Estaba tratando de evitar a los cadáveres que quedaron en el suelo después del exterminio.

Es horrible que hagan estas cosas, las personas ya tienen sufriendo siendo recluidas aquí como para aguantar una masacre así.

Lo peor es que yo terminé aquí a pesar de haber hecho todo lo que me dijeron que hacía falta, bueno, casi todo.

¡Pero no fué culpa mía! No pensé que algo así fuera importante teniendo en cuenta de que a todos les pasa.

Y es tan común que seguro no tienen a nadie allá arriba, sobretodo si tienen la necesidad de venir a matar a los pecadores.

-¡Un hotel para redimir pecadores! -escuché en el televisor al lado de por donde pasaba.

La presentadora se burló de la chica rubia a carcajadas.

Podría intentarlo.

Digo, no es como si me gustaran las fiestas, el alcohol, drogas o la vida alocada.

Ella está ofreciendo mi día a día sin pagar arriendo con una posibilidad de ir al cielo en lugar que me maten.

¿Qué podría perder?

Lo que sí, antes tendría que prepararme para dejar mi hogar actual.

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Una semana, una puñetera semana me había tardado en que ese idiota de mi arrendador me contestara y me dijera que le vale nada si me voy o no.

Igual, es mejor avisar que el desaparecer.

Fuí hasta el lugar indicado arriba de una colina.

Esto es horrible, si llego a salir tendré que subir todo esto. No hay nada que me desagrade más que subir a pie.

Cerré los ojos tratando de ignorar la pendiente frente a mí y caminé hasta que mis pies sintieron terreno plano.

Toqué la puerta suavemente, a lo que abrió de golpe la chica de las noticias en un traje rojo.

-Disculpe, quisiera registrarme en el hotel -expliqué.

Ella me agarró con una sonrisa de oreja a oreja y me arrastró adentro.

-¿Y el flacucho qué? -preguntó alguien de blanco y rosa.

-Se va a quedar en el hotel -gritó de emoción -el anuncio sirvió.

-Charlie -llamó una mujer con piel gris -¿No deberíamos preguntar si...?

-No pienso convertir este lugar en un prostíbulo o algo parecido -me defendí -solo quiero vivir tranquilamente y si hay una opción de ir al cielo y evitar a los ángeles exterminadores, tomarla.

-¡Genial! -sonrió ella antes de irse -tengo que ir a la reunión, nos vemos después.

-Vamos a grabar un comercial nuevo para el hotel -ordenó la que tenía una "x" en su ojo.

-Gracias, pero no me gustan las cámaras -me dirigí  hacia los ascensores -voy a instalarme por mientras.

La verdad solo debía dejar mi maleta en un cuarto cualquiera, así que me desocupé rápido.

Abriendo puertas al azar ví un tablero gigante con hilos rojos como en las series de detectives.

Eran "cosas buenas" para redimirse. Tal vez no tenga tampoco una idea clara de cómo hacerlo.

Según tengo entendido debiste cometer un pecado o incumplir uno de los mandamientos. Teniendo en cuenta el ambiente de este lugar, puede que la lista sea demasiado larga.

¿Cuenta lo que has hecho en el infierno?

En el caso que sí, entonces debería funcionar igual que como si estuvieras vivo, si no, la mayoría de las personas no tienen mucho que arreglar para ascender.

Algo que me preocupa son los bebés, se ven niños y recién nacidos llegar aquí abajo, pero ellos no debieron haber cometido ningún pecado.

-¿Entretenido aquí? -escuché una voz como si fuera un alto parlante

Un demonio en traje rojo y una sonrisa tétrica me veía atentamente.

-¿Crees que le molestaría a Charlie si hago un cambio? -cuestioné -me llamo Lion y soy el nuevo residente del hotel.

-¿Un cambio? -no confíaba en mí, lo entiendo.

-Sí, en ninguna parte veo el entender qué te trajo aquí en el plan de mejora, si no entiendes tu error, siempre vas a cometerlo -aclaré -¿Qué piensa usted, señor venado?

Él me miró unos segundos, a lo que asumo, quería que explicara más.

-Tampoco veo cómo planea llevarnos al cielo con actividades para fomentar el trabajo en equipo -miré el tablero.

Seguía sin haber respuesta y su sonrisa me incomodaba.

-Aunque tal vez no hayan hecho nada mal... -razoné sacando una foto al plano actual para así sacarlo todo.

Empecé a sacar idea tras idea de todo lo que mi razonamiento podía explicar y las incógnitas que dejaban este lugar.

¿Por qué hay bebés?

¿Cómo es que los ciudadanos del infierno son parte de la purga cuando nunca fueron pecadores?

¿Existe el pecado original?

¿Cómo es que las personas pueden llegar al cielo?

¿El arrepentimiento es suficiente para subir?

¿Las confesiones sirven de algo?

¿Los ángeles exterminadores no van contra el mandamiento de "no matar"?

¿Dios aprobó esto?

Una paradoja que leí llegó a mi mente.

En ella estaba puesto de que si Dios es todo poderoso, entonces no es bueno del todo y si es bueno del todo, entonces no es todo poderoso. Esto basándose en la existencia del mal.

¿Cómo alguien que predica amor y perdón deja que maten a pecadores incluso si son por el pecado original?

¿Dónde está Adam? ¿No sé considera el primer pecador junto a Eva?

-Tenemos que resolver esto antes de pensar en la redención -comenté mirando el nuevo mapa.

-Esto es sencillo amigo mío -apuntó a la última pregunta -es el líder de los exterminadores.

Su cara parecía esperar alguna expresión de mi parte, pero bien poco me importaba.

-¡Ahí está la prueba! -sonreí -la redención es posible porque ya se ha hecho.

Volví a unir los puntos conectando con el hecho que Adam era un ángel.

-Si alguien que desafío la voluntad de Dios pudo llegar al cielo después de ser echado, volvió al paraíso -sonreí ampliamente -entonces solo es cuestión de estrategia y se puede usar para conseguir apoyo si alguien se niega. Es la prueba empírica de que lo de Charlie es posible.

Mi vista se desvío a un lápiz que había en la mesita  de al lado con una pequeña manzana en la punta.

Cuando la presioné brilló y mi mente ya no se pudo enfocar en nada más que prender y apagar la lucesita.

Ni siquiera escuché cuando el señor venado se fué.

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