Capítulo 23 T.E

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-Gracias por traerme, pero no haré de tu novio -indiqué -puede que a ese chico no le guste, pero no por eso voy a estar siendo infiel a mí mismo. No me gustas, no saldremos y no hay nada que se pueda hacer al respecto.

-Ya hiciste un trato -se acercó agresivamente.

-Nunca acepté, tú solo me arrastraste hasta acá -indiqué.

-No, yo ya cumplí mi parte -me agarró del cuello -es momento que cumplas la tuya.

Me arrastró hacia dentro del hotel mientras yo peleaba para escapar.

¿Por qué las personas aquí abajo tienen tantos músculos?

El aire me estaba faltando y mis ojos se sentían pesados.

La desesperación inundaba mi ser, ¿Qué hago ahora?

En el baño de una habitación encendió el agua, le agregó un líquido  extraño y hundió mi cabeza adentro.

-Esto te va a enseñar a hacer un buen muchacho -sus sonrisa era tétrica.

Luego de escuchar un estruendo me desmayé.

[Presto cambio]

-Hola -entré nervioso a la habitación de mi hija -tenemos que hablar.

Vaggie salió del cuarto dejándonos solos a los dos.

No sabía cómo iniciar.

-Papá, no tengo problemas con que salgas con Lionel, me alegra verte feliz después del divorcio -sonrió.

No era eso lo que venía a hablar, pero me alegra que esté bien con eso.

-Gracias, pero se trata de unos cambios que van a ver en el infierno -suspiré -pero antes debes saber lo que pasó allá arriba.

[Presto cambio]

-¿Cómo que lo perdiste de vista? -me quejé con Blitz buscando a Lionel por las calles -debías cuidarlo, los contraté para eso.

-Lamento que tu nuevo juguete se haya escapado -¿Qué? -pero estábamos registrandonos en el maldito hotel porque ese sujeto no tiene identificación de demonio.

-Es un pecador y no es juguete de nadie -reclamé.

Nos habíamos separado para cubrir más terreno.

-Eso dices ahora, pero seguro hasta ya han tenido...

-No lo digas -paré en seco muy molesto -no sé qué te hice para que estuvieras enojado conmigo cuando tú no has hecho más que utilizarme, pero Lionel es mi amigo, alguien a quién le interesa lo que tengo para decir y a pesar de que nos conozcamos hace poco, no ha tenido problemas para apoyarme. No como tú.

-¡Y si es tan bueno, ¿Por qué no te lo c*ges?! -gritó con lágrimas en sus ojos.

-Ya te he dicho miles de veces que me gustas tú -me acerqué, no iba a dar un paso atrás -me enamoré de tí desde que te ví actuar en el circo cuando éramos niños, pero por alguna razón que no entiendo te niegas a tomarte esto con seriedad.

-Tú eres el que ha hecho juegos y bromas estúpidas incluso cuando estoy trabajando -eso es cierto.

-Es la única manera en la que provocaba algún tipo de reacción en tí -él se quedó mirando el piso.

-Solo, sigamos buscando a ese sujeto -siguió corriendo lago desanimado.

Me sentía mejor.

Soy conciente que Blitz nunca ha sentido lo mismo por mí, pero me alegra haberle podido dejar todo más claro.

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