Solo Puedes Subir

Capítulo 7

-No te creo -jacté tirándome ligeramente para atrás -es imposible que el arcángel Miguel se haya quedado atrapado en un basurero.

-Te juro que es cierto -se rió Lucifer -bueno, alguien lo empujó un poco cuando estábamos planeando el cielo, pero estuvo ahí 12 horas.

-Pobrecito, ¿Y no dijo nada? -me volví a echar hacia adelante tomando ya mi tercer vaso de jugo.

-¿Qué iba a decir? No sabía quién fué y admitir eso debe se penoso -respondió simple.

-Realmente debió ser un caos y es probable que pensara que fué un accidente -propuse -¿O es que siempre le hacían esa clase de cosas?

-¿Disculpa? -puso cara de ofendido -yo no participé en ninguna, eran Sara y Amenadiel los que se metían con él. Solo me enteraba de las cosas después.

-¿Estabas en otro lado haciendo tus lindas manualidades mientras eso sucedía? -cuestioné -el cielo debe ser precioso si está lleno de cosas que ideaste, después de todo, lo que haces con algo tan básico y poco moldeable como un pato de goma es admirable.

-No es tan difícil cuando le agarras la mano -no parecía acostumbrado a los halagos, ya que agachó la mirada.

-Por favor, creo que jamás en mi vida podría hacer algo así, tengo dos manos izquierdas para cualquier clase de arte -admití -se necesita talento y muchísimo esfuerzo ser así de hábil.

Antes que él pudiera decir algo escuché mi teléfono vibrar, era mi jefa.

Al parecer un imp se encontró a unos pequeños ángeles que intentaban salvar a un señor que hizo experimentos humanos.

Y da la casualidad que pidieron más balas y dagas.

-Me encantó hablar y pasar tiempo contigo -afirmé mirándolo a los ojos -pero me tengo que ir, hay una muy buena pista que seguir y si Charlie quiere llevar al cielo a juicio en algún momento necesita toda la información posible.

-Te acompaño -se paró del banquito -parece que has estado ayudando mucho a mi hija y su idea, si pudo ayudar, lo haré.

-Bueno, supongo que me habían dejado como tú niñera igualmente -me reí un poco.

Volvió a poner cara fastidiada y nos fuimos.

Pasamos por lo pedido para después ir a una pequeña oficina en una zona casi solo habitada por demonios nacidos en el infierno.

Claramente las miradas en Lucifer no faltaron. Supongo que es bastante reconocible con el traje inspirado en una manzana y las serpientes en su sombrero y bastón.

Creo que yo soy el único idiota que no pensó en eso y solo encontró el traje lindo.

Adentro estaba un perro del infierno mirando su celular, aunque se supone que esta es la recepción.

-¿Disculpe? -ni siquiera me miró -trajimos el pedido, pero también quisiéramos hablar con la persona a cargo. ¿Nos podría indicar por favor a dónde ir?

Ella apuntó a una puerta que tenía las siglas I.M.P como en la puerta por la que entramos.

-Gracias, muy amable -sonreí y seguimos el camino indicado.

-¿Eso fué sarcasmo? -preguntó en susurros -porque ella ni siquiera nos habló.

-No lo fué, no nos insultó, gritó o trató mal y sí nos dijo hacia dónde ir -recapitulé -fué mucho más amable que gran parte de los clientes a los que he ido.

Yo entré primero pero alguien me agarró de los hombros y se colgó como un koala.

-¿Viniste por el comercial? -preguntó con una gran sonrisa -¡Te p*tas dije Moxxie! ¡No era una pérdida de dinero volver a pasarlo por la televisión!

Él se bajó a lo que yo me tambaleé un poco. Por suerte Lucifer me agarró o hubiera acabado en el suelo.

Dejé la caja en el suelo y le dí espacio para que mi acompañante entrara al cuarto.

-Señor -una pequeña demonio llamó al de cuernos grandes que molestaba al otro imp -está con el rey del infierno...

-Sabía que nuestros servicios eran de calidad real, ¿A quién quieren matar? ¿La abuela, el tío, un amante...?  -comenzó a enlistar.

-A nadie -aclaré -solo queremos información de los ángeles que se encontraron recientemente.

-De acuerdo, pero tendrán que pagar -sonrió -acá no hacemos ningún trabajo gratis.

El de sombrero de copa sacó un saquito con monedas de su bolsillo y lo arrojó a la mesa.

-Eso es todo lo que te vamos a dar, habla -indicó serio.

-Fué acá -trajo un mapa de la ciudad en la que vivía y señaló el teatro -ahí vimos a los bebés con alas la última vez, trataban de evitar que el anciano se suicide para que vaya al cielo, pero ellos lo terminaron matando.

-¿Mataron a un humano vivo? -lo agarré de la chaqueta -eso era algo que no había pensado -¿Dónde están ahora?

-Nos enteramos que se les negó la entrada al cielo, pero no han llegado a infierno -mencionó.

-Debes seguir allí -lo solté y volteé a mi acompañante que se veía igual de sorprendido que yo.

-¿Cómo van al reino humano? -cuestioné.

-Un disfraz y este libro -entró la perro del infierno mostrando las páginas necesarias.

-¡Loonie! -se quejó "el jefe" mientras yo les sacaba fotos a las páginas.

-Realmente te lo agradezco -le sonreí y me llevé a Lucifer de la mano antes que nos cobraran también eso o meternos en una discusión.

Paramos en un callejón que había cerca de las oficinas y siguiendo las indicaciones abrí el portal.

-¿Vienes o te devuelves al hotel? -pregunté antes de saltar.

-Por favor, claro que voy a ir, no soy ningún cobarde y vas a necesitar mi ayuda -se jactó acercándose.

-Bien -apreté su mano de los puros nervios -¡Ahora!

Pasando el portal llegamos a otro callejón, pero en el reino de los vivos.

Sentía que iba a vomitar, se me revolvió completamente el estómago en el viaje.

No habían disfraces para pecadores, así que Lucifer fué el único que se pudo poner uno. Se veía casi igual a su forma demoníaca, solo que un tono de piel claro, pero normal, sin colmillos y los ojos de cualquier ser humano.

-Luces muy guapo así -le levanté ambos pulgares una vez que me sentí mejor-aunque tus mejillas rojas hacen resaltar más tus ojos -comenté antes de que se sonrojara -sí, justo así.

-¡¿Cómo quieren que nos sintamos protegidos?! -se escuchó.

-¡Matan a los buenos!

-¡Con razón hay tantos criminales!

-¡Paren a la policía!

Genial, estamos al lado de una protesta.

Sí, esta vez fué sarcasmo.