Kaleb

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- ¿Sabes por qué hablamos cuando estás dormida?.

- No y no quiero saberlo.

- Es por eso, eres aburrida, hija.

- No, no soy aburrida, solo que no te soporto.

- Cuando nos conozcamos en persona me vas a amar.

- Claro, lo que digas.

- Despierta....

Me levanté rápido un poco agitada por el mal sueño o comunicación que tengo con mi padre, Lucifer, desde que desperté en mi forma verdadera mi padre no se como me habla en mis sueños, es muy irritante pero es solo en mis sueños.
Me levanté de la cama y pude ver qué mis ojos y mi nariz estaban sangrando.

- Maldito- siempre me hacía sangrar cuando le contestaba, era como un castigo.
Me dí una ducha fría para estar despierta a lo que hoy me voy a enfrentar, Los Mikaelson. Después de ganar la competencia me tuve que mudar con ellos, por suerte ya tenían un cuarto para mí, era grande el lugar y con aura de misterio, solo necesito buscar las cosas de Kol y ver si tienen mi collar.
Me puse una top blanca, jeans negro, mis botas bordo y mi chaqueta de rojo vino, mis anillos de rubi que uno tenía mi alma protegida y las otras de decoración, solo me faltaba mi collar, con eso sería perfecto.

Bajé abajo y ví a los Mikaelson desayunando, era raro verlos así de juntos, pero esa bebé si que les cambió todo.

- Buenos días- Elijah me regaló una sonrisa al verme venir.

- Hola- para no ser maleducada le devolví la sonrisa y me senté enfrente de el, en la mesa estaba todo lo que querías, morí al ver las uvas.

- ¿Dormiste bien, Sarah?- no entendía por qué Klaus pronunciaba mi nombre así como "Sarah" y no "sarah" es ridículo.

- Si, aún me tengo que acostumbrar- digo mientras meto una uva en mi boca.

- Eso queremos, que te acostumbras a New Orleans ya que no eras por aquí, queríamos que hoy la pases lindo viendo la cuidad- Klaus me regaló una sonrisa mientras bebía su vaso de sangre- No queremos que te sientas como encerrada aquí, puedes salir a dónde sea y cuando te necesitamos o puedas ayudar tendrás que estar aquí.

Eso es bueno, quería salir de esta casa, me sentía un poco extraña, quería ir a dónde Kol y yo vivíamos antes, quería sentirlo ya que no me quedaba nada de el.

-¿Quieres que te acompañe?- Rebekah se ofreció.

Aunque me agradaba Rebekah no podía ir con ella, si ella supiera a dónde iría se daría cuenta que ahí su hermano y su novia vivían.

- Nop, estoy bien, voy a explorar New Orleans sola, pero gracias- miro mi plato y siento la mirada de Elijah y Klaus en mí, dios DISIMULEN, ¿Ahora entienden porque me sentía extraña?, que dos Originales te estén observando todo el tiempo es excitante para otros pero para mí es aterrador.

Miré a Elijah para ver su rostro pero el disimulo que no me vió, miró a la rubia que estaba al lado de él, Freya, ella ni siquiera me había hablado, creo que se ofendió un poco que una bruja tenga que hacer su trabajo.

Al terminar ese aburrido desayuno había subido a mi cuarto para estar lejos de ellos, no era tan interesante este día.
A las tres tome mi bolso y salí a las calles de New Orleans, era lindo con varías personas, la cultura de aquí me encantaba, recuerdo que en la tienda de flores Kol me había regalado un tulipán blanco y luego me había robado un beso, lo extraño muchísimo pero tenía que tener mi gracia para revivirlo.
Fuí al lugar donde quería ir y algo en mi se quebró. El lugar donde Kol y yo habíamos pasado meses, dónde el me cocinó, vimos películas y otras cosas sucias.

𝐻⃪𝐸⃪𝐿⃪𝐿⃪'𝑆⃪ 𝐴⃪𝑁⃪𝐺⃪𝐸⃪𝐿⃪𝑆⃪ 2 | 𝑆⃪𝑃⃪𝑁⃪ | 𝑇⃪𝑂⃪ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora