Adán y Eva [+18]

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Kol

-¿Dónde está Davina?- fué lo primero que dije al verla en el cuarto de Davina.

- ¿Y yo que voy a saber?- ella rueda los ojos y se acomoda en la cama- Vine aquí y el lugar estaba vacío, pero eso ya lo sabías.

-¿Y entonces que haces aquí?- entro al cuarto y camino hacia la cama- ¿Me vas a seducir con sexo?.

-¿Por qué piensas lo peor de mí?- ella se levanta lentamente de la cama- Vine a ver si necesitabas a alguien para que pase la noche contigo.

-Estoy bien- ella se acerca a mi y yo retrocedi- Puedes irte.

-¿Me tienes miedo?- ella sonríe y va a mí para quedarse enfrente mío- Sabes que nunca te haría nada, no podría...

- ¿Y por qué no puedo creerte?- agacho mi mirada para verla.

-Ese es tu problema, Kol. Piensas que no me preocupo por tí y que no te quiero, pero no es así- ella pone sus manos en mi pecho- ¿Sabés por qué dormí a Talia más pronto?.

-Porque eres una perra que quería tener el control- digo mientras saco sus manos de mi pecho.

- Porque quería estar contigo, Kol, quería que supieras que yo si te amo- me rió al escuchar esa palabra de un demonio.

-¿Tú me amas?- digo con chiste- Claro y yo no soy un maniático sociópata.

-Te amo desde el primer día que te ví, supe lo que eras desde el principio, un vampiro original y creeme que me enamoré más- ella me sonríe y se aleja de mí - Talia no entendía eso, que su novio era un monstruo que mataba personas, pero yo sí - ella camina hacía la mesita donde Davina ponía sus cosas- Sabía todo sobre tí, como ahora que tienes mucha hambre - agarra un vaso que huele a sangre.

No iba a mentir, desde que reviví tenía hambre de sangre, mataba a personas cuando Davina dormía o cuando ella no estaba conmigo, a veces tenía miedo de tomar la sangre de Davina, por eso huía de ella cada vez que ya no tenía sangre para tomar.

-¿Me vas a embriagar con sangre?- ella se acerca a mi con el vaso en la mano a lo que me acerco a ella con la velocidad para tirarle el vaso contra el piso - ¡Basta de juego, dime qué quieres!.

Ella ni siquiera pestañea al ver enojo o mis venas resaltando, solo se me queda viendo con tranquilidad y paciencia, no había miedo o enojo en su expresión.

-Tienes que beber, Kol- ella levanta su muñeca- Te puede hacer mal no beber y no quiero eso.

-No necesito beber, necesito que te vayas- digo entre dientes y siento su pulso- ¡Ahora!.

-Pues no me iré, no hasta que bebas algo.

-Tienes que parar este estúpido juego, no soy Dean para caer en tus encantos de niña buena.

-Yo no hice nada con Dean, fué Talia, yo tengo una persona en mi mente- ella puso una mano en mi pecho acariciando lentamente- Es a tí...

-¿Quieres qué te bese o coja como agradecimiento?.

-No me quejaría- muerde su labio y empuja un poco mi pecho- Pero no vengo a eso, vine a cuídate- se aleja de mí y camina otra vez a la mesita- Quiero que estés sano y fuerte.

-No necesito una niñera, soy un niño grande- le sonrió sarcástico- Así que- apunto a la puerta y le sonrió- Puedes retirarte.

-La última vez que estuviste solo mataste a 40 personas- ella agarra un cuchillo y se empieza a cortar las venas para dejar que su sangre cayera a otro vaso- Y tienes miedo que Davina vea en lo que realidad eres- camina nuevamente a mí y me da el vaso con su sangre- Pero creeme que eres hermoso en todas las formas, Kol.

𝐻⃪𝐸⃪𝐿⃪𝐿⃪'𝑆⃪ 𝐴⃪𝑁⃪𝐺⃪𝐸⃪𝐿⃪𝑆⃪ 2 | 𝑆⃪𝑃⃪𝑁⃪ | 𝑇⃪𝑂⃪ |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora