DogDay se despertó sudando, con el corazón latiéndole a mil, con la cabeza dándole vueltas y preguntándose que hacía ahí.
Se encontraba acostado en una cama, en una habitación llena de blanco con paredes acolchadas y junto una puerta de metal que traía en una una pequeña rendija. El canino estaba estupefacto, no recordaba ese lugar, y cuando miró en su memoria para buscar respuestas, solo encuentra el recuerdo de él en suelo de su habitación, y llamando a los de seguridad.
Acto seguido, caminó hasta llegar a la puerta de metal, y empezó a golpear y a gritar por el miedo—. ¿Hola? ¡¿Hay alguien ahí?! ¡Por favor, que alguien responda!
—¡Deja de armar escándalo! Nadie va a sacarte de aquí. —se escuchó una voz desconocida.
DogDay, como tenía una buena audición, detectó que aquella voz provenía de una ventilación que estaba pegada arriba de una pared. El perro decidido, movió su cama hasta el lugar donde estaba la ventilación, y con ella ya ahí, se montó encima y empezó a mirar desde esta, aunque no podía ver mucho desde el otro lado.
—¿Hola? ¿¡Quién está ahí!?
—¡Deja de gritar, no estoy sordo! —dijo el del otro lado muy molesto, parecía no gustarle los ruidos fuertes—. ¿Cómo se te escucha tan cerca? ¿Qué has hecho?
—Pues he movido mi cama y estoy mirando desde esta especie de rendija, pero parece que no se puede mirar nada.
—Ya veo, ahora entiendo porque desde el otro lado se escuchaba como alguien movía algo. —dijo más calmado—. ¿Y qué quieres? Y dilo rápido, quiero dormir.
—Amm, bueno, quería saber que es este lugar, hace un rato estaba en mi casa y cuando me he despertado estaba aquí. —cuando DogDay terminó de explicar, pudo escuchar una risa desde el otro lado, confundiéndolo y enfadándolo un poco—. ¡Oye! ¿¡De qué te ríes!?
—De nada, solo que me dio mucha risa como has contado tu historia.
—A ver, ¿Cómo lo he contado?
—Bueno, te lo voy a decir tal y como tú lo has dicho. —la voz cogió aire, y dice con una voz más chillona y animada lo siguiente—. Estaba tranquilamente caminando por la calle cuando de repente vino un tío de negro, me tapo los ojos, me metió en un saco y desperté aquí, ¡por favor ayúdame señor desconocido! ¡No te conozco, pero deme respuestas!
DogDay al escuchar su representación, se enfadó rápidamente—. ¡Oye, así no hablo yo! ¡Y eso tampoco es lo que te he contado!
El contrario se le escuchó volver a reír de nuevo, y luego dice con una voz algo sarcástica pero dulce—. Venga, no te enfades conmigo, cariño, era una broma.
—Tus bromas no tienen gracia. —comentó sentándose en la cama, poniendo su espalda con la pared y de brazos cruzados.
—¡Oh, vamos! No te enfades conmigo, ¡no llevamos ni cinco minutos hablando y ya no me quieres hablar!
—¿Llevamos cinco minutos hablando? ¿Cómo lo sabes? —dijo desesperado, seguramente llevaría muy poco tiempo despierto en aquel lugar y ya no podía aguantar más.
—Es que no lo sé, como en este lugar no nos dan ni de comer, ¡no tengo ni idea! —dijo el compañero aumentando su tono de voz cada vez más, al punto de que, desde su habitación, se escucha como alguien golpea desde el otro lado la puerta.
—¡Como sigas así no te daremos de comer, pero de verdad! ¡Gilipollas! —dijo una voz femenina y agresiva, quien hizo callar rápido a la voz.
El perro al ver que una persona estaba caminando por hay, vio esto como una oportunidad para saber que hacía ahí, así que, se acercó a la puerta, y dice—. ¡Hola! Perdona por el ruido que hemos hecho, pero, solo quería saber que hago aquí, recuerdo estar en mi habitación y luego despertar en este lugar, ¿tú sabes algo?
La mujer al escuchar a DogDay, parece cambiar de animo rápidamente, y con una voz más amigable, dice—. Ah, ¡hola, DogDay! Es verdad, no tuvimos tiempo de decirte que te había pasado, pero bueno, te lo digo ahora. Ayer en la noche, alguien rompió tú collar, y como ese objeto está conectado contigo, hizo que te afectara físicamente, y para ayudarte decidimos llevarte aquí para revisarte mas de cerca.
El canino, sorprendido por el cambio de actitud de la muchacha, dice—. Oh vaya, eso no lo sabía, pero bueno, muchas gracias por decírmelo, ¡que tenga un buen día!
La joven le deseo lo mismo y se fue rápidamente de allí, pero de repente, el personaje con el que había hablado anteriormente habló otra vez—. Así que eres el muy famoso y querido DogDay, no me lo esperaba.
—Ya, yo tampoco me imaginaba acabar en este lugar. —indicó algo apenado. En un momento, el perro recordó aquel sueño que tuvo justo antes de encontrarse mal, y también en cómo aquel gato morado, con su larga cola, hizo caer tanto su collar, como el de otro con una forma de luna—. ¿Pero sabes? Siento que algo no encaja, o que, mejor dicho, encaja tan exactamente bien que da repelús.
—¡Uy, suena interesante! ¡Cuéntalo! No me dejas con la miel en los labios.
—Bueno, verás, antes de que yo, cuando estaba en mi habitación, echara sangre y acabara aquí, había tenido un sueño. —DogDay cada vez que le daba más vueltas a aquel asunto, más escalofríos le daba—. No se si sea casualidad o algo así, pero en ese sueño, pasaron varias cosas, cuando empezó el sueño estaba jugando con alguien, luego, acabó en una habitación muy oscura, parecía un cuarto de baño con tantos azulejos, pero bueno, no es tan importante. —el contrario, quien al principio no se tomaba muy en serio lo que decía el perro, cuando dijo lo de la habitación, puso más atención—. Entonces, escuché unos gritos, cosas romperse y sonidos raros, y me dio mucho miedo, porque parecía que alguien estaba sufriendo, luego fui por un pasillo que me pareció eterno, para encontrarme a un gato morado que estaba luchando con unas personas con batas blancas. —el ser al escuchar lo último, se quedó petrificado, sentía como un calor le recorría por todo el cuerpo y como sus manos y cabeza sudaban frío—. Y entonces, el me miro, sentía que me estaba pidiendo ayuda, que lo sacara de ahí, que estaba sufriendo, y...
—¡Cállate! ¡No sigas! —interrumpió, sorprendiendo y asustando un poco a su contrario.
—¿Por qué? ¿He dicho algo malo? —no hubo respuestas de parte de, contrario, poniendo nervioso a DogDay—. ¿Estás bien...?
—¡Ve al grano! No le des tantas vueltas y di lo que te parece raro.
El perro, aún con dudas de su comportamiento, decide seguir contando—. Bueno, lo importante es que ese gato con su cola tiró mi collar, y si no recuerda mal otro con forma de luna, y no se si tenga algo que ver, ¿tú qué piensas?
—Déjalo, es una tontería. —dijo fríamente, sin cuidado alguno,
DogDay, abrió sus ojos platos, sorprendido y enfadado por las palabras de él—. ¿¡Qué lo deje!? ¿¡Qué es una tontería!? ¡De que vas!
—¡Oye, no grites! ¡Yo no te he dicho nada para que te ponga!
—¿Qué no has hecho nada? ¡Acabas de decir que lo que pienso es una tontería!
—¡Y lo es! Tu me pediste que dijera lo que pensara y lo he hecho, no es mi culpa que creas en cosas tan tontas.
—¡No son tontas! ¡Vi a ese puto gato en vida! ¡¡Igual que en mis sueños!! —gritó, rabiando en ira—. ¡Ese gato está mal! Necesita ayuda.
—Ese estúpido gato arruinó mi vida, lo que sea que le pase, se lo merece. —la voz, temeroso, antes de que el perro pudiera explotar en odio, lo interrumpió —. No digas nada, no quiero escucharte, ¿te acuerdas que quería dormir? Pues bueno, ya estoy cansado, así que, buenas noches.
DogDay seguía enfadado, por lo que le dijo y como lo ignoró, pero decidió no decir nada y tranquilizarse, haciendo lo mismo que su compañero, dormir.
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Lo Que Los Sueños Señalan /DogDay x CatNap/
FanfictionDogDay tiene problemas con los sueños, pero pueden ser la clave para saber la verdad. 🥇Primer puesto en DogDay 24/5/24