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—¡Hola, chicos, ya llegué! Perdón por llegar tarde, es que los niños no me dejaban tranquilo. —saludó el pollo, quien al fin había llegado a la casa de Bobby BearHug.

—No pasa nada, Kickin, lo importante es que al fin has llegado. —dijo con amabilidad CraftyCorn.

El pollo sonrió nervioso al ser respondido por la unicornio, pero también empezó a observar a todo el mundo en aquella sala, la mayoría parecían no saber nada de lo que iban a hablar, salvo por Hoppy y Bobby, quien está última tenia una cara muy amarga en ella—. ¡Oye Bobby! ¿Y esa cara de pocos amigos? Parece como si estuvieras enfadada con alguien.

Las palabras de Kickin hicieron eco en la osa, se sentía mal, realmente mal. Diría todo lo que se había aguantado, todo el odio que le tenía al canino, pero una frase que aparecía en su mente hizo que se calmara.

"Hay algo que no está bien, algo dentro de mi, no se que es, algunas veces pienso que no soy yo mismo, o que me estoy olvidando de una cosa y no se el que."

Palabras que anteriormente DogDay dijo, palabras sinceras que le daban la pista de que él no estaba siendo el mismo—. No, estoy más bien, preocupada por alguien.

—¿Oh, en serio? No pensaba que fuera tan, serio, que se que es una reunión, pero, no te preocupes, sea lo que sea que te preocupa aquí estamos para ayudarte. —comentó Kickin con toda la amabilidad del mundo, poniendo su ala en el hombro de la osa, dándole un poco de apoyo. De repente, el pollo se dio cuenta que faltaba alguien más, y también, en un intento de levantar un poco el ambiente, comentó—. ¡Vaya, pero si falta DogDay! Esta vez no soy el último en llegar a las reuniones, aunque es un poco raro de parte de él llegar tarde.

—Es que DogDay no está invitado a la reunión, Kickin. —dijo de brazos cruzados la coneja, haciendo exaltar un poco al pollo y a todo el mundo.

—¿DogDay no está invitado? ¿¡Por qué!? —preguntó Crafty preocupada, mientras que los demás miraban con curiosidad y preocupación a las dos anfitrionas, pero de pronto, el elefante levantó la mano, dando a entender que quería decir algo.

—Habla, Bubba. —dijo la coneja.

—Vamos a hablar de DogDay, ¿verdad?

—Si. —respondió Hoppy de nuevo.

—¿Puedo decir otra cosa? —preguntó de nuevo Bubba Bubbaphant.

—Si, claro.

—DogDay se ha estado comportando muy raro últimamente, siento hasta que hace ciertas cosas solo para hacer daño a los demás.

—¡De eso queríamos hablar! Menos mal que no somos las únicas que notamos eso. —dijo Hoppy.

—Pero ¿Cómo DogDay puede hacer daño a alguien? Él tiene un gran corazón, es imposible que le hiciera daño a alguien. —comentó CraftyCorn en negación.

—Pues si es posible, me lo creo, y aún más proviniendo de Bubba. —intervino la cerdita, quien estuvo al margen todo este tiempo hasta que no pudo aguantar más—. Hace unas semanas, DogDay me pilló comiendo mantequilla de maní, y entonces, me dijo que no comiera tanto porque si no me iba a volver gorda y nadie quiere a las gordas.

—¿¡Qué!? ¿¡En serio él te dijo eso!? ¡Qué poca vergüenza! —gritó Bubba Bubbaphant lleno de rabia.

—De hecho, a mi, hace poco, me vio a mi haciendo de árbitro en un partido de fútbol con los niños, y en una de esas DogDay me dijo que no mandara tanto en los niños que yo era igual de malo que ellos, y aunque fuera una tontería, me dolió, ¿sabéis? —comentó Kickin algo triste.

Lo Que Los Sueños Señalan /DogDay x CatNap/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora