Pasaron semana desde ese suceso, CatNap por suerte estaba bien, pero había algo que, si estaba empezando a dar problemas. CraftyCorn empezó a actuar a extraño con DogDay, o al menos eso le parecía él. Siempre que hablaba con ella la veía triste y distante, pero no entendía por qué.
Se sentía preocupado, y para colmo, de todos los Smiling Critters, ella era, aparte de CatNap, la que más le hablaba, pero ahora ya no era así—. «¿Y si me odia por haberme preocupado más por CatNap, que por ella aquella vez? Puede ser». —se preguntó así mismo—. «Debería disculparme con ella, pero aun no entiendo porque me preocupe tanto por CatNap que olvide a Crafty, ¿por qué me pasó eso?»
Esa duda se le vino a la mente hace poco. Desde la primera vez que lo vio, algo se encendió en él, una llama, algo que hacía su corazón latir con fuerza. Ese fuego lo movía, le hacía hacer cosas que él nunca haría, o guardarle rencor a personas que nunca pensó poder odiar. Cogió su collar y lo miró detalladamente. Ese pequeño objeto, era la delgada línea que convertía en una posibilidad la idea de siempre estar juntos, pero eso no era verdad del todo, ya que, para él, ya estuvieron conectados desde la primera que el felino apareció en sus sueños.
Todos esos sentimientos le hacían preguntarse—. «¿Qué me está pasando?»
—Hola, cariño, ¿por qué has tocado el collar? Hace un momento he sentido como mi colgante vibraba, ¿buscas de mi atención o qué? —se escuchó decir una voz suave y juguetona desde el collar del canino, poniéndolo este demasiado nervioso.
—¡CatNap! ¿Le he dado al collar? Perdón, lo habré hecho sin querer. —contestó el perro, haciendo reír un poco al felino. De alguna manera, esa risa la sintió tan sincera e inocente que el amor de un niño pequeño.
—Vaya, pero que bobo eres, y yo que pensaba que querías hablar conmigo. —dijo el felino.
—Pues, aún que no fuera mi intención, no me importaría hablar contigo, siempre me alegra escuchar tu voz. —respondió el canino, haciendo sonrojar un poco al otro.
—¡Oye, deja de decir tonterías! No hace falta exagerar de esa manera. —comentó algo nervioso. El perro al oír eso, quería corregirlo, decir que esas palabras lo decía desde el corazón, pero el gato lo interrumpió—. Bueno, cambiando de tema, ¿cuándo vendrás a merendar con nosotros?
Y entonces, al oír eso, una duda surgió en su mente—. ¿Merendar con vosotros? ¿A qué te refieres?
—Ay Dios mío, DogDay, ¿cómo que a qué me refiero? ¡A la merienda de preparo Picky! No me digas que se te ha olvidado. —preguntó el felino.
El canino empezó a sentir un pequeño dolor en su pecho. Empezaba a intuir lo que pasan, y no le gustaba para nada a que rumbo iba—. CatNap, a mi no me han dicho.
El felino se quedó pálido al escucha eso—. ¿Cómo que no te han dicho nada? Si estamos todos, solos faltas tú.
—Por eso, estáis todos, yo no cuento.
—¡Claro que sí cuentas! Ahora mismo voy a hablar con ellos para ver qué pasa, y no te preocupes, dime donde estás y luego iré a por ti.
—¡No, no te metas en esto! Puede que se enfaden contigo por eso, aparte de que no hace falta, no quiero aún lugar donde no me han invitado.
—¡Pero Dog...! —y con eso, DogDay, y con un botón que tenía su collar, quitó el sonido de la llamada, cortando a CatNap.
Se sintió mal al hacer eso, pero realmente no quería escuchar a nadie en ese momento. Camino en dirección a su casa. Por suerte, ya había terminado de hacer todas sus tareas, lo que significaba que podría descansar de todo sin que nadie lo molestara, o al menos eso pensó en su momento.
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Lo Que Los Sueños Señalan /DogDay x CatNap/
FanfictionDogDay tiene problemas con los sueños, pero pueden ser la clave para saber la verdad. 🥇Primer puesto en DogDay 24/5/24