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—Lo siento, DogDay, pero yo no sé nada de lo que hubiera pasado ese día, ni siquiera sabía de qué te hubieras desmayado. —respondió el trabajador a la pregunta del nombrado.

—Oh, está bien, muchas gracias por responder de todas maneras, que tenga un buen día.

Y con una cara larga, se alejó del adulto, y empezó a dar por todo el orfanato. Desde que se despertó de aquel supuesto desmayo, todo el empezó a actuar extraño con él, sus amigos estaban más distantes, alejados e incluso cabreados con DogDay, y por más que les preguntaba que si les pasaba algo, ellos decían que todo estaba bien, pero el canino sabía que no era verdad, conocía a sus amigos como la palma de su mano. Era su líder, nunca dejaría pasar ninguna reacción diferente en ellos.

Aún así, él estaba preocupado por cada uno de ellos, pero había alguien que no solo estaba separado del canino, si no del grupo entero. Bobby BearHug estuvo actuando extraño esos últimos días, DogDay la notaba apagada, alejada de todos y siempre que trataba de acercase a ella, la osa siempre ponía alguna que otra excusa y se iba.

"La más cariñosa, pero la más solitaria" era como veía a Bobby en esos momentos, le parecía irónico, pero de la forma más triste posible. Aunque después de sentirse alejado de todo el grupo, había alguien que aún seguía a su lado, CatNap. El felino nunca se separó de él, en momento donde DogDay era escuchado y guiando a los demás, y en otros donde era excluido del grupo. Realmente agradecía todo lo que él hacía.

Mientras que el perro estaba en su mente, un niño gritó el nombre del perro desde una habitación y dijo—. ¡DogDay, ven rápido! ¡Necesitamos tu ayuda!

El nombrado, al escuchar al niño tan preocupado, se preocupó el también—. ¡Oh si, claro! ¡Voy en seguida!

Este fue corriendo hasta llegar a la habitación y cuando entró, pero para su sorpresa, pudo ver aún grupo bastante grandes de niños y niñas vestidos de caballeros y princesa.

—¡Pero princesas! ¡No se pueden quedar solo con él! ¡Eso es egoísta! —dijo uno de los chicos.

—¡Egoísta o no, nos da igual! ¡Nosotras también lo necesitamos! —gritó una niña.

Los niños parecían estar discutiendo de algo, pero cuando vieron al canino en la entrada, todo el bando de los chicos se le acercó, y le empezaron a decir—. ¡DogDay, que bien que haya llegado, las niñas se quieren quedar con el Gato Divino! ¡Pero nosotros lo necesitamos para estar fuertes y que nuestras súper espadas tengas poder!

—¡Nosotras también lo necesitamos! Si no estamos cerca de su suave pelaje, ¡nuestro pelo se caerá y no volveremos feas! ¡Y nuestras varitas dejarán de lanzar magia! —dijo una niña.

DogDay a se quedó algo perplejo al ver la situación. Nunca le dejaría de sorprender la imaginación que tenían los niños, pero hubo algo más que le hizo llamar su atención—. Oh, entiendo la situación, chicos, pero una pregunta ¿Quién es el Gato Divino y en dónde está?

—¡El Gato Divino esta atrapado en la cárcel de las princesas! ¡Allí!

Un niño señaló a una mesa con un papel con el nombre cárcel, junto un mantel muy largo que llegaba hasta el suelo. Luego, bajo el mantel, salió una pequeña garra de color morado saludando, dando a entender quién era.

—«Claro, ¿cómo no se me había ocurrido?» —se preguntó a sí mismo. El perro sabía cómo podían arreglar aquel conflicto, siendo tan fácil como compartiendo a CatNap, pero para hacer las cosas más interesantes, gritó—. ¡No os preocupéis, niños! ¡El Caballero DogDay sacará al gato divino de la cárcel!

Lo Que Los Sueños Señalan /DogDay x CatNap/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora