Amelia Potter solo quería olvidarse de sus problemas.
Mattheo Riddle quería desaparecer.
Unas almas rotas se encontraron y desde ahí no supieron alejarse.
-Todo lo que esta en mis manos los destruyó Pelirroja.
-Entonces me encargaré de controlar es...
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Habían pasado varios meses y estaba ya cansada de todo... Sabía que algo estaba pasando con Mattheo, últimamente llegaba bastante golpeado y ahora se enoja por todo y con todos... Bueno menos conmigo de alguna forma.
La única que ves que el me ha gritado o que discutimos fue cuando todo terminó para nosotros. Pero desde ahí nunca me ha gritado...
Están diferente a...
—Amelia —tomaron mi brazo—. Puedes dejar de ignorarme.
—¿Qué quieres Adrian? —me solté—. No quiero hablar contigo.
—Me importa muy poco si quieres o no quieres hablar conmigo. Es por él que estás así, ¿no?
—No se ha que te refieres. Y llevo meses diciéndote que no te quiero a mi lado.
—Todo sería diferente si yo fuera Riddle. A él no lo hubieras tenido rogando por tu atención.
—No topes ese tema Rosier.
—¿Por qué no? Porque no dejas de pensar en él de una vez por todas. No entiendes que él no te merece.
—No sabes nada de él.
—¿Y tu si? ¿Tu lo conoces realmente? ¿Entonces porque terminaron? ¿Por qué no estas con él ahora? No crees que ya es tiempo de que te bajes de tu nube y veas que el nunca te quiso.
—Porque mejor no te callas y vas a fastidiar a otra persona —dije con molestia—. Ya estoy cansada de discutir contigo por estupideces. No eres nada mío, ni siquiera te considero un amigo. Porque desde el primer momento que te vi, supe que no eres de fiar. Y desde ese momento eh querido que me dejes en paz de una vez y por todas.
—Pelirroja...
—No te atrevas a llamarme así. Los únicos que me dicen así son mis amigos y mi familia.
—Tu no tienes familia. Tus padres murieron, tu hermano solo te quiere por momentos. No tienes a nadie más que a mi.
—¿Perdón? Puede que mi familia como dices este muerta pero no estoy del todo sola —jugué con el collar—. Y si lo estuviera. Tu serias la última persona en la que yo pensaría, porque no llegas ni siquiera a eso.
—Claro. Porque no soy Mattheo, es por eso que me rechazas. Porque no soy Mattheo.
—Y si así fuera, ¿qué?
—Entiéndelo de una vez, Amelia. No volverás con él y vas a terminar conmigo quieras o no quieras ¿lo entiendes?
—No dejo que ni mi hermano me de órdenes y crees que lo voy a permitir de ti. Tu y yo no somos nada, nunca lo fuimos. Te eh dicho mil veces que no me gustas y nunca lo vas a hacer.
—No me importaría darte una poción de amor solo para tenerte a mi lado.
—Inténtalo. Pero no va a funcionar, yo solo amo a una persona y esa nunca serás tu. Porque a ti ni siquiera llego a quererte.
