Amelia Potter solo quería olvidarse de sus problemas.
Mattheo Riddle quería desaparecer.
Unas almas rotas se encontraron y desde ahí no supieron alejarse.
-Todo lo que esta en mis manos los destruyó Pelirroja.
-Entonces me encargaré de controlar es...
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Me despierto y veo a Mattheo durmiendo a mi lado, se veía relajado, estaba en su pecho así que deje un beso cerca de su cuello y acaricie si mejilla. Se que no es momento para ser románticos. Pero no puedo evitarlo.
Siento como de un momento a otro término debajo de el y con las manos encima de no cabeza.
—Sabes. No es bueno darme besos en el cuello y después acariciar no mejilla de forma tan... Irritablemente adorable.
—Ese fue mi saludo de buenos días.
—Prefiero tus labios junto los mio. Besame el cuello solo cuando quieras callar y tus gemidos.
—Eres un descarado —digo mientras me sonrojo—.
—Descarado, orgulloso, terco y un hombre que quiere volver a follar a su mujer lo más que antes posible. Y adivina que, preciosa?
—¿Qué?
—Te encanta que lo sea.
Suelto una suave risa y el me besa, esto si es era un saludo de buenos días.
—Y ahora que ya tengo mi beso, buenos días preciosa. —murmur entre mis labios—
—Buenos días, Matt. —respondo—.
Él se aleja un poco y me suelta las muñecas. Me da un beso en la frente y se levanta de la cama
—¿Te sientes mejor? ¿Tienes hambre? ¿Quieres seguir descansando? —pregunta todo a la vez—.
—Si me siento mejor, tengo un poco de hambre y no, no quiero seguir descansando. Tenemos mucho que hacer.
—Aún no estas en condiciones.
—Mientras Adhara me contaba la leyenda me curó con hechizos y pociones, podemos irnos.
—Bien —admitió de mala gana—. Pero si te duele algo, nos iremos donde sea para que descanses.
—De acuerdo.
Ambos nos duchamos, por separado, quiero aclarar y bajamos, Adhara estaba junto a Theodore y Luna. Mientras que Harry estaba cerca de Ron y Hermione.
—Hasta que bajaron. —dijo Theodore—.
—Luna y yo regresaremos a la madriguera, con los demás. —dijo Adhara—. Cuídense.
Le regale una sonrisa a Adhara y asentí, después ella desapareció junto con Luna, su hermano y la esposa de su hermano.
Nos quedamos los seis, Hermione hizo la poción multijugos.
—¿Cómo me veo? —hablo Hermione disgustada—.
A nadie le gustaría parecerse a la mujer que te torturo.
