13.- Quienes solíamos ser.

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Jimin se despertó al mediodía en la tranquila posada

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Jimin se despertó al mediodía en la tranquila posada. Lentamente abrió los ojos, parpadeando para adaptarse a la tenue luz que se filtraba por las rendijas de las cortinas. Se encontró recostado en una pequeña cama de madera, sintiéndose considerablemente mejor después del agitado día anterior. Los recuerdos de los acontecimientos anteriores eran borrosos en su mente, sólo podía evocar con nitidez cómo habían huido precipitadamente, la mirada perdida en el camino, hasta que todo se oscureció y cayó en la inconsciencia. Al mirar alrededor de la habitación, su vista se posó en Jungkook, quien dormía profundamente en un viejo sillón desvencijado, cubierto por una manta.

Jimin se levantó despacio de la cama, sus pies descalzos haciendo apenas un leve sonido al tocar el suelo de madera. Se acercó con cautela hacia donde yacía Jungkook, observando con detenimiento su rostro apacible mientras dormía. La boca entreabierta, el cabello despeinado y la expresión relajada le recordaban a Jimin los viejos tiempos cuando Jungkook era más joven y solían compartir noches en su casa, momentos en los que su compañero siempre estaba dispuesto a protegerlo. Una oleada de melancolía cruzó los ojos de Jimin al recordar esos instantes, pero la cruda realidad de su situación actual lo hizo separarse rápidamente, debía recordar la distancia que ahora debían mantener.

Decidió que sería mejor despertar a Jungkook, y nuevamente adoptando su actitud fría y distante, lo sacudió ligeramente por el hombro. Jungkook se despertó, un tanto aturdido y desorientado, y Jimin, serio y con el rostro inexpresivo, preguntó:

- ¿Dónde estamos? -preguntó despacio, mirando cómo Jungkook se estiraba y bostezaba como un niño. Jimin aún recordaba cada gesto que éste hacía.

Jungkook, por su lado, al terminar de estirarse, lo miró fijamente.

- Estamos en una posada a unas horas de la capital. ¿Cómo amaneciste? Anoche tenías mucha fiebre y te desmayaste - dijo Jungkook algo adormilado mientras intentaba alzar la manga del pantalón de Jimin para ver la herida.

Cohibido, Jimin se separó, visiblemente rojo y nervioso. - Ya estoy mejor, gracias - contestó rápidamente. Luego, preocupado, le preguntó a Jungkook: - ¿Y tú no te lastimaste?

Jungkook, notando la inusual pregunta, respondió con cautela:

-No, yo estoy bien.

- ¿Qué sucedió ayer? Lo único que recuerdo es que estaba en mi cuarto y de repente hubo gritos y me sacaron afuera. Fue horrible -dijo Jimin, aún angustiado al recordarlo todo.

Jungkook, manteniendo la seriedad, explicó:

-Según los lugareños, hubo un derrocamiento de poder y un ataque armado en la capital. Tendremos que esperar a que la paz se restablezca antes de poder regresar a Corea.

Jimin se estremeció ante la noticia.

-¿Intentaste llamar a Corea? -preguntó, su voz temblando ligeramente.

EL MALODonde viven las historias. Descúbrelo ahora