16.- Lo que siento..

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Tarde o temprano, el inevitable encuentro entre ambos finalmente llegó, y resultó ser más temprano que tarde

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Tarde o temprano, el inevitable encuentro entre ambos finalmente llegó, y resultó ser más temprano que tarde. En una reunión organizada por las empresas Jeon y Jung para discutir un nuevo proyecto, Jimin intentó por todos los medios delegar a otra persona su asistencia, pero fue inevitable para él tener que asistir. Se presentó a la reunión con cierta nerviosidad, consciente de que Jungkook estaría entre los asistentes.

En medio de la reunión, Jimin sintió la mirada intensa de Jungkook sobre él, lo que dificultaba su concentración en los temas discutidos. Después de la reunión, al notar la indiferencia de Jimin, Jungkook decidió abordar el asunto que había estado pesando en su mente desde hacía días.

Al entrar a la sala, se encontró con el rubio agachando la cabeza contra la mesa. Con cuidado, Jungkook se acercó y se sentó a su lado, tratando de no molestarlo. Sus movimientos fueron suaves y respetuosos, como si quisiera acercarse sin causar más incomodidad.

—Jimin, ¿podemos hablar un momento?— preguntó con tono tranquilo.

Jimin levantó la cabeza y asintió, mostrando que estaba dispuesto a hablar. Se dirigieron juntos a un rincón más tranquilo, optando por otra sala donde estarían más cómodos y podrían hablar con mayor privacidad.

—He escuchado que te casarás en dos meses, ¿es cierto?—preguntó directo al grano.

Jimin se sorprendió por la pregunta. No sabía cómo Jungkook lo había averiguado.

—Sí, es cierto. Me casaré con Hanni en dos meses —respondió.

Jungkook frunció el ceño ante la noticia.

—¿En dos meses? Eso es demasiado pronto, Jimin. ¿Estás seguro de que es lo correcto?

Jimin suspiró, reflejando una mezcla de emociones en su rostro.

—Es lo que ambos queremos. Pero gracias por preocuparte, Jungkook —dijo con una sonrisa forzada.

—Jimin, sé que no somos amigos ahora, pero ¿quieres escuchar un consejo? —preguntó, ignorando la sonrisa forzada de Jimin.

Jimin lo miró con recelo.

—No tengo opción, ¿o sí?

Jungkook se sentó en la silla frente a Jimin con un suspiro.

—Mira, he estado pensando estos días en nuestra amistad y en lo mucho que significó para mí —comenzó Jungkook mirándolo fijamente—. Tal vez nunca pueda perdonarte por lo de Amy, pero una parte de mí anhela recuperar al chico que conocí años atrás en aquel orfanato, mi amigo, mi alma gemela.

Los ojos de Jimin se humedecieron levemente, pero rápidamente retomó su fachada fría y rió sarcásticamente.

—Ese chico murió hace mucho tiempo, Jungkook —expresó Jimin con un tono serio, su mirada reflejando una mezcla de tristeza y resignación—. Incluso dudo que haya existido, o tal vez murió el día en que lo metiste en la cárcel.

EL MALODonde viven las historias. Descúbrelo ahora