Jimin se dejó caer pesadamente en el viejo sillón, soltando un suspiro de frustración. Dejó caer su maletín con desánimo, mientras su corbata desajustada reflejaba su estado de ánimo. Había enfrentado veinte entrevistas de trabajo, y a pesar de presentar un currículum impresionante que generaba asombro inicial, todo terminaba con un desalentador "no, gracias". Estaba exhausto, desencantado y se preguntaba qué estaba haciendo mal.
Sentado allí, reflexionaba sobre su situación e intentaba comprender por qué no lograba asegurar un empleo, a menos que... No, no podía culpar a Jungkook. Aunque lo odiaba, admitía que probablemente ya lo había olvidado, sumido en una vida lujosa con su perfecta esposa e hijos. Jimin no podía negar que lo había investigado unas cuantas veces; por casualidad, lo había buscado en internet, y la vida de Jungkook era completamente normal. Mientras tanto, él se consumía en la incertidumbre y envidiaba la aparente felicidad ajena.
—Veo que no te fue bien —comentó Taehyung con suavidad, acercándose para ofrecerle un vaso de jugo.
—Se nota demasiado, ¿no? —respondió Jimin con amargura, bebiendo el contenido con desgano.
—¿No crees que es demasiado extraño? —continuó Taehyung—. Según lo que vi en tu currículum, eres un pequeño genio de las finanzas. A estas alturas, deberías haber recibido varias ofertas.
Jimin suspiró. —Soy un genio hasta que descubren que estuve en prisión.
Taehyung frunció el ceño. —Se supone que ese tipo de información es privada, Jim. Nadie debería saberlo a menos que tú mismo lo incluyas en tu currículum.
—No lo he hecho, pero no sé cómo se enteran —respondió Jimin, frustrado. No quería ni pensar que Jungkook pudiera estar detrás, arruinando sus posibilidades; ya no quería nada que ver con él.
De repente, Jimin notó que Taehyung estaba usando su teléfono y quedó fascinado por unas hermosas pinturas digitales. —Wow, Tae...son muy buenas —dijo señalando la pantalla.
—Oh, gracias —respondió su amigo con timidez—. En realidad, son pinturas que hago en mi tiempo libre.
Jimin le arrebató el celular y examinó con atención la página de arte donde Taehyung había subido algunas obras. Todas tenían muchos likes y comentarios halagadores, e incluso notó varias propuestas de galerías de arte para exhibir su trabajo. Estaba gratamente sorprendido.
— ¿Cómo es que tienes tantas ofertas, Tae? —preguntó Jimin con asombro—. Podrías volverte muy famoso con esto.
Taehyung negó suavemente. —No creo que sea tan fácil, Jim. Al igual que tú, si se enteraran en el ambiente artístico de que soy un exconvicto, no me darán ninguna oportunidad. Por eso prefiero mantener un bajo perfil y solo publicar anónimamente.
Jimin observó a su amigo, pensativo, algo se le estaba ocurriendo. —No lo sé, Tae... Vamos a intentarlo. Yo puedo ayudarte a conseguir grandes contratos, y no tienen por qué enterarse inicialmente de tu pasado. Una vez que valoren tu trabajo, quizás ni les importe.
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EL MALO
FanfictionCuatro años después de traicionar a Jungkook por dinero, Jimin sale de prisión para enfrentar a su pasado. Jungkook, ahora con una familia, advierte a Jimin que cualquier amenaza hacia ellos no quedará impune. -No te preocupes, Jungkook -susurró Jim...