15.- De regreso.

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La dinámica entre ambos permanecía inalterada, estancada en un limbo emocional

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La dinámica entre ambos permanecía inalterada, estancada en un limbo emocional. Sin embargo, la proximidad los llenaba de nerviosismo. Con cada momento juntos, los sentimientos resurgían con fuerza, como si nunca hubieran desaparecido. Jimin había pasado cuatro años en prisión, Jungkook se había casado y tenía dos hijos, pero aquello parecía no importar en ese instante.

No pasó mucho tiempo antes de que Jimin y Jungkook fueran rescatados, gracias a las influencias del abuelo de Hanni. La noticia de su rescate llegó como un balde de agua fría, destrozando la paz que habían encontrado en la posada. A pesar de que deberían sentirse aliviados, no lo estaban. Era como si la oportunidad de reencontrarse se les escapara entre los dedos.

Mientras disfrutaban de una comida tranquila, ambos observaban a una pequeña niña, hija de algún trabajador de la posada, jugar con un gato. Sumidos en sonrisas junto a ella, sus rostros irradiaban felicidad. Jimin sonreía con genuino encanto, y Jungkook, quien no había visto a Jimin sonreír así en mucho tiempo, sentía cómo su corazón latía más rápido ante la belleza de ese momento.

Sin embargo, sus sonrisas desaparecieron al darse cuenta de que su estadía en aquella burbuja de felicidad estaba siendo arrebatada tan abruptamente como les fue concedida. Cuando los hombres contratados por el abuelo de Hanni entraron en la posada, marcando su destino con la frialdad de la realidad.

Al ver a esos hombres, Jungkook pudo observar cómo la sonrisa de Jimin se apagaba. Sus ojos, que parecían brillantes, se oscurecieron igualmente.

Conectaron sus miradas y se observaron en silencio durante un largo tiempo. En sus miradas se reflejaba melancolía, desesperación y, quizás, una súplica silenciosa. Parecía que ambos sabían que su regreso a Corea no solo significaría el fin de su breve tregua, sino también el resurgir de la enemistad que los había marcado en el pasado.

En ese momento, la posada, que había sido testigo de efímeros momentos de felicidad, se transformó en un lugar sombrío, impregnado de la tristeza que brotaba de los corazones rotos de los dos .

El destino les arrebataba la oportunidad de construir algo más allá de las sombras de su pasado. Las lágrimas no derramadas se acumulaban en sus ojos, mientras que un nudo en sus gargantas les impedía expresar las palabras que anhelaban. Regresaron a Corea con los sentimientos que renacieron entre ellos.

 Regresaron a Corea con los sentimientos que renacieron entre ellos

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