Extra 1. Mi Jin.

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—¿Por dónde debería empezar? Oh, cierto, por el verano de 1209....

Tengo de forma grabada en mi mente aquel suceso, recuerdo que la primera vez que lo vi, definitivamente Dios elige a aquellos dignos de ser parte de la familia feudal, Min Jin era de esta categoría, claro está, cuando vuestro Laird Jeon Jungkook nos ordenó rescatar aquel hechicero de las garra de la muerte otorgadas por su propio clan, pensamos que, definitivamente se había vuelto loco sin salvación, solo eramos 4 hombres, ¿qué podríamos hacer?

Mi papel era en ese entonces, cortejar al joven heredero al trono del clan Min, no era una tarea difícil para mi, desde adolescente siempre he atraído tanto a mujeres como a hombres, mi porte y mi piel morena y mis ojos rasgados, mi cabello y sobre todo, mi táctica de conquista. No sería nada difícil decir solo unas palabras de afecto a aquel joven, para luego domarlo y usarlo en contra de su padre, Laird Min Cedric, sin duda sería nuestra salvación de aquella locura de nuestro Laird Jeon.

Pero, ¿quién diría que yo, un hombre que vivía del libertinaje iba a terminar casado con un joven al cual amenacé con cortarle el cuello?

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Las Highlands, Escocia, verano de 1209.

—¿Estás seguro, Jeon?, podemos simplemente buscar otro hechicero en otro clan, no debe ser el único por estas tierras o en otras. —dijo Namjoon mientras se frotaba la frente. —Digo, entiendo que es por el joven David, pero...

—Agradezco tu preocupación, Namjoon. —interrumpió Jungkook. —Pero no se ha escuchado de otro hechicero cerca o lejos de estas tierras, tampoco es que contemos con tiempo, sabes perfectamente el estado de mi hijo, entiendo si no quieren ayudarme, no están obligados a seguir mis locuras, pero, me quedo sin opciones.

—Es algo que Morang ha pedido. —agregó Ned, quien estaba sentado en un muro talando un palo. —Yo lo haré, seguiré el plan. 

—Bueno, no se diga más, si el pequeñín de Ned lo hace, yo también, no puedo permitir que el enano me gané. —bufó Hoseok. —¿Qué hay de ti, Namjoon?

Namjoon suspiró lentamente, miró a sus compañeros y a su Laird, notó la angustia en la mirada de aquel guerrero jefe de su clan, sabía perfectamente que por más loco que estuviera aquel Laird, era su Laird y por él todo lo que le rodeaba en las tierras Jeon estaban a salvo, con alimentos y buenas defensas, además de haber crecido al lado de su Laird, por más loco que estuviera nunca lo había visto fallar.

—Muy bien, ¿solo tengo que distraer a ese joven? 

—Correcto, luego, con estas hierbas lo mareamos un poco para después usarlo de ser necesario, no le haremos daño, sabes que no me gusta lastimar a inocentes. —Jungkook extendió su mano con la hierba. 

—Entonces te seguiré, mi Larid. —dijo Namjoon tomando las hierbas con decisión.

No fue nada difícil acercarse a aquel joven delgado de cabellos castaños, pómulos marcados, cejas pobladas, ojos miel de forma tierna que daban una sensación de confianza y unos labios carnosos, gruesos y rosados, bien se podría imaginar lo que sería besarlos y lo fácil que puede ser domarlo, solo había un problema; 

—Demasiado lindo pero muy engreído para mi gusto... —murmuró Namjoon.

—¿Dijiste algo, buen guerrero? —preguntó Jin con una sonrisa de timidez. 

—¡Oh!, sí, que tienes una mirada muy hermosa, ¿tus ojos son de color miel?, vaya, nunca había visto tal hermoso color en un joven tan bien parecido. —en tono sensual, Namjoon rozaba suavemente la mejilla de aquel joven castaño mientras acercaba descaradamente su cara a la de él. —Dime, ¿alguna vez has salido con un hombre?

Mí Hechicero. (Kookmin +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora