Capitulo Cuatro

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Giuseppe Mildford

Era sábado por lo que hoy tenia un compromiso con las chicas, algo que desde el día jueves intente sacarme el tiempo.

Al final termine haciendo no solo ese papeleo, también cubrí lo de la mitad de semana para poder enfocarme en otras cosas.

¿Cuales?

Los tratados con las manadas vecinas y las manadas de alrededor del mundo, al ser la manada principal no solo tenía papeleo o cosas que mandar en Red Moon, también debía involucrarme en todas las manadas restantes lo cual era un poco pesado, pero una buena taza de café me hacia hacerlo de manera rápida y eficiente.

Como todas las mañanas me gustaba mantener mi actividad física impecable por lo que ahora estaba terminando toda mi rutina tomando por sorpresa a quien era mi madre ya que entre a la cocina desde la pequeña puerta que tenían al jardín, había trotado más de 20 km.

Yo solo me acerque a la nevera para tomar una botella de agua algo que claramente no tenía, termine con un jugo natural en mano por ello, me senté en la isla mientras bebía de mi vaso.

Ambas permaneciamos calladas hasta que finalmente ese glorioso silencio fue arruinado.

Veo que saliste a correr, es muy temprano.- Dijo ella a lo que mire mi pequeño reloj el cual apenas marcaba las 7:12 am

Estoy desde las 5:30 afuera, no pensé tardar tanto.- Dije aun con la mirada en otro lado que no fuera ella

Oh...no lo note, estaba por hacer el desayuno ¿quieres algo?.- Mire a mi madre la cual me veía un poco nerviosa

¿Donde están las omegas de la mansión?.- Pregunte con la mirada fija en ella

Decidi darles el día libre hoy.... pensé que talvez podríamos conocernos mejor.- Dijo a lo que enarque una ceja

Agradezco el ofrecimiento pero tengo planes para el día de hoy Luna.- Dije parándome de la isla para acercarme a lavar mi vaso.- Informele al Alfa qué los papeleos de las 11 manadas qué me mando ya están cubiertos en su escritorio.

Dije antes de salir de aquella cocina, no podía simplemente vincularme emocionalmente con alguien a quien no conozco nada.

Es mi madre, me dio la vida pero para mi es solo aquello, una mujer qué me dio a luz.

Nunca se preocupo por mi en ninguna ocasión, que lo haga ahora es completamente hipócrita de su parte, pudo ir a verme o simplemente mandar una carta así como yo lo hice hasta los 11 años, lamentablemente ninguna fue contestada.

Disipe todos aquellos recuerdos al llegar a la que era mi habitación, sin más que hacer decidí tomar un baño relajante, hace tanto tiempo que no me podía dar ese lujo que me permiti dármelo justo hoy.

Agregue sales rosadas y bolitas de espuma con olor a rosas en la gran tina ya con el agua en su punto, me despeje de toda mi ropa deportiva la cual constaba de unos pequeños shorts de licra negros junto a un top deportivo gris.

Al meterme en aquella bañera note como mis músculos se relajaban al instante al sentir el agua caliente humectando mi piel.

Aveces el tipo de vida que había sido escrito para mi me hacía sentir entre la espada y la pared, no podía defraudar a todos aquellos que se esmeraron en mi para hacerme la Alpha perfecta.

Todo el peso puesto en mis hombros no me dejaba pensar en nada que no fueran manadas, leyes, decisiones y mandatos.

¿Amor? ¿Mate? ¿Pareja?

Atada en un destino de espinas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora