Capítulo 46

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Con una mirada cargada de deseo, se dirigieron a la habitación, donde se entregaron el uno al otro con pasión y ternura.

En la calidez y la privacidad de la habitación, exploramos nuestros deseos más profundos y nos entregamos completamente el uno al otro. Cada caricia, cada beso y cada susurro intensificaron su conexión, llevándolos a un estado de éxtasis compartido.

A medida que la noche avanzaba, nos entregamos a la pasión desenfrenada, explorando cada rincón del placer mutuo. Nuestros cuerpos se movían en perfecta armonía, fusionándose en un acto de amor y entrega. Mientras que Lando me daba besos por todo mi cuerpo, los que provocaba que el ambiente de calentará un poco más. Su labios al rozar mi piel, me erizaba y provocaba más deseo.

Cuando finalmente alcanzamos el clímax juntos, nos abrazamos aún pegada a Lando mientras que él seguía posando sus labioa aobre mi piel desnuda. En ese momento de intimidad profunda, nos sentimos más unidos.

Nos volvimos a  tomar el tiempo para explorar los deseos más íntimos del otro, comunicándonos a través del tacto, los susurros y las miradas cargadas de deseo.

Con cada caricia, descubriamos nuevas formas de complacerse mutuamente, explorando zonas erógenas y secretos ocultos. Nos entregamos al placer sin reservas, experimentando una conexión física y emocional que nos dejó sin aliento.

El ambiente íntimo de la habitación estaba lleno de susurros apasionados y gemidos de placer mientras nos entregabamos el uno al otro con abandono total. Cada momento era una celebración de su amor y deseo compartido, una danza sensual de piel contra piel.

Después de alcanzar el éxtasis juntos una vez más, se acurrucaron en la cálida comodidad de las sábanas, sus cuerpos entrelazados.

Me giré y Lando me abrazó por la espalda. Me comenzó a acariciar la espalda y se me erizado la piel por el tacto de sus manos. Lando me dió un beso en mi desnudez hombro.

Me di la vuelta para estar cara a cara con él y poder disfrutar de sus ojos y acariciar sus labios.

- ¿Estás bien? - preguntó Lando mientras que acariba sus labios.

- No quiero que dejes disfrutar tu vida por mí - dije y lo miré a los ojos.

- ¿Por qué piensas que no estoy disfrutando? - preguntó Lando mientras acariba mi desnuda espalda.

- Pienso que podrías estar con una persona mejor que yo - dije y le acaricié la cara.

- Creo que estoy con la persona indicada pero no como me hubiese gustado conocerte - dijo Lando.

- Creo que no te hubieses fijado en mi.

- ¿Cómo estás tan segura? - preguntó Lando y me dió un beso en los labios.

- Tienes unos gustos...un poco peculiares - dije y Lando sonrió.

- Tú piensas que Jake te cambió la forma de pensar en la vida, y yo estoy seguro que Jake sabía que tenía que conocer a personas que relamente valiese la pena y que cambiase mi forma de ver la vida - dijo Lando acariciandome.

- ¿Te arrepientes de algo? - pregunté.

- De no haberte conocido antes - dijo Lando y yo sonreí.

- Ahora sólo te pido una cosa - dije.

- Cuéntame.

- Quiero que disfrutes de tus vacaciones y que bueno, intentar hablar, si no es posible no pasa nada, pero... no quiero perder el contacto.

- ¿Me estás dejando? - preguntó y sonrió.

- ¿Dejar? ¿Desde cuándo estamos saliendo? - dije y Lando sonrió.

- Quiero hacerlo de una forma diferente. Deberíamos empezar de cero.

- ¿Totalmente de cero? - dije le di un beso en el cuello.

- ¿Por qué siempre juegas con fuego? - dijo Lando besandome.

- Porque Lando... no sé.

Nuestros cuerpos volvieron a juntarse como si fuese uno sólo. La lluvia comenzaba a azotar la ventana y los gemidos de los dos hacían que la habitación tuviese la armonía perfecta.

Tenemos un pacto / Lando NorrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora