Ermitofobia

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Ermitofobia : Miedo a quedarse solo.

A la mañana siguiente Ren despertó sin ganas de absolutamente nada, su estómago pedía comida pero no tenía las fuerzas suficientes para alimentarse

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A la mañana siguiente Ren despertó sin ganas de absolutamente nada, su estómago pedía comida pero no tenía las fuerzas suficientes para alimentarse.

Después de meditarlo un poco salió de su nido y fue a su habitación para ir por un peluche de los que Kiyoto le había regalado que aún tenían su aroma.

Bajo las escaleras viendo el desastre qué había en la casa, Ryker y el padre de Kiyoto estaban hablando por teléfono, se les veía alterados. También habían varios guardias de seguridad también realizando llamadas y la televisión encendida en el canal de noticias.

El omega estaba bastante aturdido por todo el agetreo en lo que solía ser una casa pacifica así que solo se limito a sentarse en las escaleras con el peluche en sus piernas.

La única que lo noto fue Danyi quien se acercó a las escaleras junto a él.

– ¿Qué hace aquí joven? Vaya a la sala a sentarse, le hará daño estar aquí sentando en un escalón. – hablo la omega amablemente. También se le veía preocupada, pero siempre tenía una sonrisa preparada para todos.

Casi no podía hablar, su voz estaba muy débil de lo mucho que había llorado la noche anterior, sentia que su cuerpo estaba pesado y casi no podia moverse, pero hizo un intento para responderle a la omega.

– Solo... No quería estar en la sala, me aturde tanto ruido. – respondió lo más estable que su voz le permitía.

– No ponga esa carita joven... No a desayunado  ¿Cierto? Debe tener hambre, vaya a la sala y yo le llevaré su desayuno.

– No tengo hambre... No quiero comer. – respondió mientras se encogia en su lugar hundiendo su rostro en el peluche.

– Pero joven... Recuerde a su cachorro, alimentese bien por él, además recuerde que al joven Kiyoto le gusta que coma a sus debidas horas.

Sintio un dolor en su corazon al escuchar eso, Kiyoto era el que siempre solia preocuparse por su alimentación, sentia un dolor inmenso al saber que ahora él no estaría ahí para ocuparse de ese tipo de cosas.

– No tengo ganas...

– Aunque sea beba un poco de té... Se lo ruego. – dijo la omega un poco angustiada mientras ayudaba a Ren a ponerse de pie para ir a la sala y que se pudiera sentar en el sofá.

Tenia que aceptarlo, no podia decirle que no a su amable forma de hablarle, intento levantarse pero estaba tan cansado que estuvo a punto de que sus piernas flaquearan afortunadamente estaba Danyi para sostenerlo.

– Esta bien. – hablo bajo para después tomar asiento en un sofá algo aislado en un pequeño rincón.

– No me tardó. – Danyi se retiro directo a la cocina.

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