Ukiyo

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Ukiyo: Vivir el momento, disfrutar el presente dejando a un lado las preocupaciones de la vida.

Ren se encontraba durmiendo plácidamente en la gran cama mientras abrazaba su peluche favorito, el cual era de un pequeño conejo blanco.

Hoy era su cumpleaños pero realmente no esperaba que el alfa lo recordará para festejarlo.

Kiyoto fue quien despertó primero para poder llamar a Danyi con un pequeño timbre que habían instalado qué dirigía a la cocina.

La omega estuvo en cuestión de segundos en la habitación sin hacer el mayor ruido posible para no despertar a Ren.

– A la cuenta de tres. – susurro el alfa mientras tocaba levemente el hombro del omega para despertarlo.

Ren abrió los ojos lentamente, cuando su vista se estabilizó noto a Danyi con un pastel de chocolate con dos velitas qué juntas formaban el número 18.

– ¡Feliz cumpleaños Ren! – gritaron entusiasmados Danyi y Kiyoto al unísono.

Estaba tan emocionado que sus ojos brillaban como dos perlas, no espero más para rápidamente abrazar al alfa.

– ¿Es para mi?. – pregunto entusiasmado.

– Por supuesto que si ¿Quien más cumple dieciocho años hoy?

Ren no sabía que decir, hacía mucho que no tenía un festejo de cumpleaños , tan solo... Era la primera vez en tanto tiempo.

– Gracias... – hablo entre lágrimas qué se habían escapado por la emoción.

– No llores príncipe. – retiro con cuidado el camino de lágrimas que recorrian las mejillas del omega. – Anda, sopla las velitas mejor.

Asintió levemente y soplo las velas con un brillo en los ojos, estaba nervioso y agradecido a la vez por este momento tan especial.

– Feliz cumpleaños joven Ren, espero que disfrute el pastel, lo prepare con mucho amor para usted. – comento Danyi con su característica sonrisa.

–Gracias Danyi, lo aprecio mucho. – respondió mientras le devolvía la sonrisa a la dulce omega.

Después de algunos minutos compartiendo palabras Danyi se retiro de la habitación dejando al omega y alfa solos.

– Lo siento por hacer esto tan improvisado, tenía otros planes para tu cumpleaños pero con la pierna así no puedo hacer mucho... – hablo Kiyoto quien dirigía una pequeña cucharada de pastel hacia el omega.

Ren rápidamente colocó su mano sobre el muslo del alfa, quería que supiera que estaba bien.

– No importa, no importa en lo absoluto, solo quiero festejarlo contigo, eso es lo único que importa... – dijo sonriendole al alfa, quien seguramente estaba decepcionado de no poder darle más en un día tan especial.

– Gracias por entender bonito, prometo que el próximo año te festejare a lo grande. – agrego mientras dirigía otro pedazo de pastel al menor.

– ¿Puedo decirte una cosa Kyo? – pregunto cuando termino de comer el bocado.

– Por supuesto, lo que sea.

– Aunque no hayas podido hacer lo que querías, para mi, y lo digo desde lo más profundo de mi corazón, este día ha sido el día más feliz de mi vida, por que fue un día donde fui feliz gracias a ti y tú cariño.

– Ven aquí... – atrajo al más pequeño a su pecho rodeandolo con sus fuertes brazos para envolverlo en un gran abrazo. Definitivamente el omega era un ángel en la tierra.

𝗞𝗶𝗯𝗼𝘂. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora