10 conclusión

40 5 5
                                    

Video 301

Hola, Diana soy tu.

Es difícil explicarte lo que siento en este momento, pero necesito que me escuches con todo tu corazón. Soy tú, pero vengo desde un tiempo diferente, se que suena raro pero dejémoslo en que soy tu pero siendo la persona que tu esposa e hijas necesitan. Estoy aquí para compartir algo contigo, algo que creo que puede cambiar nuestro futuro para mejor.

Quiero que sientas cada palabra que digo. En este momento, estás parada en un punto crucial de tu vida. Tienes a Leona a tu lado, con su amor incondicional que llena cada rincón de tu ser. Te ama con una intensidad que aún no comprendes del todo, pero aprenderás a valorarla más que a cualquier otra cosa en el mundo.

Y tus hijas, Naran y Eliana, son un milagro en la vida. Las miramos a los ojos y vemos la pureza y la esperanza del mañana. Son nuestra luz en los días oscuros, tu razón para seguir adelante cuando todo parece desmoronarse. Las amamos con una fuerza que solo una madre puede comprender, y eso es algo que nunca debes olvidar.

Entiendo lo que sientes, la alegría, pero también el miedo. No sabes qué hacer con todo este amor abrumador que sientes, cómo encajarlo en tu vida y en tus sueños. Pero déjame decirte que el amor es la respuesta. Es el pegamento que une los pedazos rotos, la luz que disipa la oscuridad.

Y recuerda, tienes a tus padres. No todos podemos decir lo mismo. Tienes su amor, su apoyo incondicional, y eso es algo que nunca debes dar por sentado. Aprecia cada momento que pasas con ellos, porque son tus anclas en un mundo tempestuoso y la vida es efímera no sabes en que momento pueda terminar.

Confía en mí cuando te digo esto, porque he vivido las consecuencias de no entenderlo a tiempo. No quiero que pases por lo mismo. Abraza el amor que te rodea, deja que te guíe en cada paso que des. No tengas miedo de amar demasiado, porque en el amor encontramos nuestra fuerza más grande y nuestra mayor dicha.

Sin embargo, quiero advertirte sobre algo. El futuro es frágil, y nuestras decisiones tienen un impacto profundo en él. Si por alguna razón, te encuentras tentada a deshacer lo que he construido, a destruir lo que tanto me costó edificar, te aseguro que volveré para reconstruirlo. Pero esta vez, no te permitiré regresar.

Entiendo que la vida puede ser abrumadora a veces, y que los desafíos pueden parecer insuperables. Pero debes recordar que eres más fuerte de lo que crees, y que el amor que nos rodea es nuestra fortaleza más grande.

Valorar lo que ya has construido es la clave para un futuro lleno de alegría y realización. No desestimes la importancia de cada abrazo, cada sonrisa, cada momento compartido con aquellos que amamos. Es en estos pequeños detalles donde encontramos la verdadera felicidad.

Así que te pido, desde lo más profundo de mi corazón, que cuides y protejas lo que ya hemos creado juntas. Que no dejes que el miedo o la incertidumbre te hagan dudar de su valor. Porque en este hogar, en esta vida que hemos construido, reside nuestra mayor dicha.

No quiero hablar mucho de mí o de nosotras, pero Diana, tienes que cambiar. No puedes seguir por la vida haciendo estupideces y asumiendo que la gente nos perdonará por ello. Ya no estas sola en este mundo; tienes una esposa e hijas. Cada paso que das debe ser cuidadosamente planeado. Ellas son nuestro mundo, cuidar a nuestras chicas es nuestra única obligación. No puedes fallarles, debes ser digna para ellas.

Estas palabras que te digo sé que suenan como una advertencia, pero es necesario que las escuches. No puedo permitirme que cometas errores, no puedes darte el lujo de desviarte del camino. La seguridad y el bienestar de esta familia dependen de ti, y no puedo defraudarlas.

Cada vez que pienso en hacer algo imprudente, estas palabras me detienen. Son un recordatorio constante de mi responsabilidad como esposa y madre. No puedo arriesgarlo todo por mis propios caprichos, no cuando tengo a mis seres queridos dependiendo de mí.

Nuestro futuro LeonaxDianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora