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Había intentado tener un contacto con ella, durante estás 2 semanas estuvo reuniendo el valor para acercarse.
El problema es que cada que podía completar su misión ella no sabía que decir.
La cantidad de veces que estuvo cercas de la persona que alguna vez la amo era incontable, incluso algunas veces tuvo el valor de estar fuera de su habitación pero no lograba nada, justo cuando se sentía preparada su mente se quedaba en blanco.

Que podía decirle
"Hey Diana soy yo... Leona ¿Me recuerdas?, Claro que lo haces si por mí culpa te enviaron al campo de batalla, verdad"

Ahh la chica solo gritaba en su almohada para que nadie pudiera escucharla.

El día de hoy había sido una verdadera pesadilla, ella por fin había encontrado algo que hacer, solo se pondría frente a Diana y dejaría que las cosas fluyan o al menos eso le había dicho Caitlyn. Ella y la chica Kiramman no eran exactamente amigas, pero sabía que si en alguien podía confiar era en ella.

-No tienes que planearlo todo Leona- Le dijo la chica mientras limpiaba su rifle- Solo ve con ella y deja que las cosas fluyan, en fin, que tienes que perder.

Y su comentario era acertado, ella sabía que había 2 caminos. Diana aceptaba hablar con ella con o sin discurso o le daría la paliza que se merecía.

Hoy había decidido hacerlo, alcanzaría a Diana antes de salir de la academia, si la golpeaba al menos Soraka podría curarla de inmediato y si aceptaba hablar le pediría que fueran a la casa de los Crownguard para tener un poco más de privacidad.

Al terminar la clase de Taric Leona esperaba que Diana saliera con todo pero no lo hizo.
Durante todo este tiempo Leona se había limitado a entrar a las clases que compartí con Diana, que si bien no eran muchas eran las suficientes como para que el lunes la sancionarán, así que era hoy o nunca.

Después de casi 10 minutos salió Taric y unos cuantos minutos después pudo verla a ella.
Desde que volvió a ver a Diana quedó embobada con su belleza, ella esperaba ver a una chica diferente, esperaba que ella fuera como la chica que dejó Targon hace algunos años pero no.
El tiempo en Diana no paso en vano, su cuerpo era hermoso, era el balance entre ser sexy y elegante, su cabello negro ya no existía ahora una melena del color de la luna que le llegaba tal vez debajo de las rodillas la acompañaba.
Leona se quedó tan engatusada en su ex compañera que de pronto noto que la chica ya había caminado mucho.
Comenzó a caminar rápido para alcanzarla pero parecía que Diana podía sentirla ya que cada y tanto la chica volteaba hacia atrás. Cada que esto suceda Leona se escondía de su campo de visión sin saber exactamente porque así eso.
Pudo aprovechar la paranoia de Diana para fingir que se toparon en el camino.

Con cada paso que daba Diana, Leona era consiente que al salir por esa puerta al menos uno de sus amigos la estaría esperando y no tendría oportunidad de hablar en privado con ella.
La distancia entre la salida, ella y Diana ya era diminuta, 30 pasos más por el aspecto de la luna y su oportunidad tendría que esperar un día más.

Leona sabía que no debía de esperar y el que Diana se quedará parada mirando cada lugar era su señal, debía de salir y saludarla, justo cuando tomo el valor para salir Diana se dio vuelta y de pronto las puertas se abrieron.

Una chica alta, no tanto como ella pero si del tamaño de Diana entro y abrazo de golpe a la chica.
Leona volvió a esconderse y comenzó a ver la escena.
Desde ahí no podía escucharlas pero con solo verlas ardía de celos.
Su Diana no era tierna ni cariñosa, ella siempre se zafaba del contacto físico y con esta chica ella parecía ser muy tierna.
En su ángulo podía ver qué Diana acariciaba a la chica y como la otra ponía su rostro en el cuello de la lunar. Leona ardía de los celos, ellas jamás tuvieron un abrazo así pero lo peor para su corazón fue la parte en que la peli morada beso a Diana.
Ella esperaba que Diana se despegará y rompiera el contacto entre labios pero no fue así, la pareja duro besándose por unos segundos hasta que vio como Diana limpiaba las lágrimas de la otra chica

Nuestro futuro LeonaxDianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora