¿Así debería ser?..
Dylan Lumbard.
Lo miré unos segundos, sus ojos estaban perdidos en el esmeralda, a veces extrañaba el rojo en ellos, pero desde que Luke se desconectó de ambos. Su magia ya no estaba en Matt, y nunca pudimos traer a su lado Alfa de nuevo.
Su mirada estaba pedida en el deseo, podía ver mi reflejo en su ojos. Sus pupilas estaban dilatadas y sus labios estaban entre abiertos dejando escapar algunos suspiros.
No era la primera vez que estábamos juntos, pero no podía evitar sentirlo. Su cuerpo aún era un templo desconocido. Cada rincón, cada suspiro, cada gemido. Era un mundo que quería detenerme a descubrir.
A él por otro lado, le costaba ir lento conmigo, como si no pudiera disfrutarlo, o quizás era mi error hacerlo.
— Pasan los años y aún... — lo miré apoyando mis palmas a cada lado de su cabeza, me incliné hacia su cuerpo acomodándome encima suyo. — Tan solo no puedo creer que estemos así.
No estaba seguro de dónde salió eso, tan solo hablé sin pensarlo, pero todo se volvía ruidoso y confuso cuando estaba desnudo debajo mío, quizás no era el mejor momento para hablar.
Algo en mi dolía cuando estábamos así de cerca, algo no estaba bien, pero no podía llegar a eso, no podía entenderlo, comprenderlo. Solo podía sentirlo, y me odiaba por eso, me castigaba cada maldito día.
Porque me aterraba que Matt lo notara, que yo no estaba allí, que mi cabeza estaba en cualquier otro lugar y no donde debía estar, que era en esta maldita habitación con...joder..
Es mi mate , debo ser yo, debo ser capaz de amarlo, capaz de protegerlo de todo, incluso dar la vida por él. Así funciona este trato, el lobo conoce a su mate, y todo acababa allí, tan solo no hay más dudas, no más preguntas, se suponía que debe ser así. ¿Por qué no puede ser así?.
— ¿Follando?. — preguntó alzando una de sus cejas.
Había dolido, si.
¿Por qué?.
No lo sé.— No tonto.. — suspiré sintiendo el calor en mis mejillas. — Nada, olvídalo.
Regresé mi atención a su cuello, bese la piel con lentitud, pero sus manos fueron hacia mis hombros alejándome levemente de él.
No estaba muy presente, quería disfrutarlo, poder estar realmente aquí, pasó mucho tiempo desde la última vez que hemos podido estar así, entre las misiones y la situación con Luke, era difícil poder estar bien entre nosotros.
No podía estar bien desde que discutimos como si fuésemos dos desconocidos, mi vínculo con Luke me desestabilizaba por completo, es mi ancla, es mi brújula, lo es todo. Él lo sabe, y aún así elige ser un maldito imbécil sin importar las consecuencias.
Pero, ¿por qué no podía sentirme bien con Matt?..
Cada vez que lo tocaba algo me hacía sentir que sería la última vez, como si estuviera mal, como si no tuviera que suceder.
— ¿Te sucede algo?... — inquirió acariciando mis brazos con la yema de sus dedos. — No quise decir que solo tenemos sexo y ya, soy algo tosco con las palabras pero no es lo que quise decir y..
— No sucede nada precioso, ¿si?, tranquilo. — me apresuré robándole un casto beso.
Asintió no muy convencido atrayéndome hacia él nuevamente con sus manos en mi trasero. Deslicé mis manos por sus muslos llegando hasta sus rodillas, las presioné contra su pecho dejándolo completamente a mi disposición.

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Alfa.
FantasyDeslicé mi mano por el largo de su cuello, su respiración se aceleró y su pecho comenzó a subir y a bajar con desenfreno. Lo miré fijamente perdiéndose más a cada segundo, quería morderlo, quería hacer tantas jodidas cosas. - Mío. - gruñí entre di...