Dear Remus Lupin [Wolfstar]

12

You will be found

[Even when the dark comes crashing through, when you need a friend to carry you, when you're broken on the ground, you will be found. 

So let the sun come streaming in 'cause you'll reach up and you'll rise again. If you only look around, you will be found.]

......

El auditorio está lleno y Remus siente las palmas de sus manos ponerse sudorosas. Se mantiene oculto tras las cortinas del escenario mientras escucha las palabras de bienvenida que Lily dirige a la escuela. Desde donde está puede ver a las personas en el público aunque de forma borrosa por la distancia y la luz cegadora. Peter está entregando varios folletos y trípticos con la información del Proyecto Regulus mientras Lily habla. En la primera fila están Andrómeda y Ted con una silla vacía a su lado.

La banda escolar tiene el primer acto después de la bienvenida. Ya hay varios alumnos amontonándose en las salidas laterales al escenario así que Remus decide dar unos pasos atrás para no estorbar. Trata de concentrarse en las tarjetas donde anotó su discurso la noche anterior.

Va a hablar sobre ese día en el huerto de nuevo. Cuando escalaron el árbol más alto sólo para ver cómo sería el mundo desde la cima. El día que se rompió el brazo y Regulus lo ayudó. Conoce bien esa historia pero hay algo tranquilizante en tener tarjetas que le recuerden con exactitud qué decir.

—¿Por qué no estás en el escenario presentado con Lily? —La voz de Sirius lo hace despegar la vista de las palabras.

Tiene puesta una camisa de vestir negra arremangada hasta los codos y el cabello recogido de forma algo desordenada; la guitarra colgada a la espalda y sus muñecas siguen llenas de pequeñas pulseras con hilos. El corazón de Remus da un vuelco cuando distingue un collar con estrellas colgando en su cuello.

—Oh, no me gusta hablar en público.

Además, supuso que sería mejor que alguien como Lily hablara del Proyecto Regulus, ella tiene más experiencia que él en prácticamente lo que sea.

—Andy mencionó algo de eso —asiente Sirius y Remus siente como sus mejillas se enrojecen —Dijo que no estabas convencido de participar hoy.

—Sí pero solo porque me pone muy nervioso —se apresura a defenderse antes de que Sirius piense otra cosa.

—Lo entiendo —asiente amablemente.

Remus duda que sea cierto. Sirius vive en el escenario y la atención de las personas nunca ha parecido agobiarlo.

—De todos modos, rómpete una pierna —añade él con una pequeña sonrisa.

—Eso sería mucha mala suerte —responde sin pensar y alza un poco el brazo roto.

La sonrisa de Sirius se ensancha y ríe.

—Tienes razón. Mejor sin romper nada.

Hay un silencio incómodo después de eso. Remus se esfuerza por devolver la sonrisa pero el silencio de Sirius le hace sentir que se acercó a él sin querer. Quiere que le hable, que guíe la conversación para poder entender qué debe decir; al mismo tiempo quiere ser él quien diga algo primero, quiere poder hablar con Sirius de forma normal.

—¿Eras tú quien cantaba el otro día en tu casa? —Pregunta lo primero que viene a su mente y parece tomar a Sirius con la guardia baja pero asiente. —No sabía que cantabas también.

—No lo hago —se apresura a negar. —Quiero decir, sí lo hago pero hacía mucho tiempo que no lo intentaba.

—¿Cantarás hoy?