Dear Remus Lupin [Wolfstar]

iii

doce años

Andrómeda se enfrascó en buscar soluciones ante el creciente problema que Regulus amenazaba con ser aunque él no estaba muy seguro de qué estaba mal.

Sí, se enojaba con facilidad y tendía a ser retraído; a veces, se frustraba cuando se veía obligado a estar con otros niños pero eso solo era porque no paraban de meterse con él. Pero aún encontraba diversión en jugar con Ted en el patio o escuchar las melodías que Sirius creaba de vez en cuando con la guitarra e incluso le gustaba cocinar con Andrómeda. Simplemente era fácil estar cerca de personas que lo conocían bien.

De todos modos hubo varias visitas al médico y uno que otro psicólogo que insistió en que todo lo que hacía falta en la vida de Regulus era "descargar su energía negativa".

Así empezó lo que Regulus reconocería como el año más productivo de su vida.

Primero trató en el equipo de baseball. Regulus supuso que sería fácil ya que él y Ted jugaban a atrapar la pelota todo el tiempo en casa pero las noticias sobre sus problemas de conducta no tardaron en llegar ahí. Lo dejó en cuanto alguien mencionó algo sobre el incidente con la impresora.

Luego trató con fútbol pero tampoco duró mucho. Lo expulsaron después de que se lanzó encima de un chico que no paraba de meterse con él. Y ese fue el final de las actividades deportivas en equipo.

Al final fue natación.

Estar en el agua y romper contra ella fue algo que le gustó desde el inicio. La sensación de control sobre sí mismo que le brindaba regular su respiración y cada movimiento. Sirius incluso ayudaba cronometrando su tiempo y ambos se reían a carcajadas cuando su hermano fingía un acento ruso extravagante para gritarle como un entrenador exigente.

La natación lo fue todo por tiempo hasta que Regulus simplemente dejó de verle sentido. Se rindió cuando se dio cuenta de lo miserable que era cada vez que tenía que salir del agua y perdía el control que ganaba dentro de ella.

Sirius notó de inmediato el cambio.

Una tarde, su hermano apareció en su cuarto con un montón de hojas y le enseñó cómo hacer estrellas de papel. Hicieron cientos de ellas durante ese año. Solían escribir tras cada estrella una S o una R, según de quien fuera, y luego las escondían por la casa para que el otro las encontrara. Nunca había un ganador, sólo juntaban las estrellas en montones y hacían más.

Se detuvieron cuando dejaron un puñado en el bolsillo de una pantalonera sucia y toda la ropa que lavó Andy quedó llena de pelusas por el papel mojado.

Para el año siguiente, Regulus ya ni siquiera hablaba con su hermano.

...

quince años

La primera vez que Regulus peleó con Ted fue un evento desastroso. También fue la primera vez que escapó de casa.

Ese año no fue a la mayor parte de sus clases y conoció a más chicos que estaban igual o más molestos que él. Nunca fueron amigos pero le ofrecieron una solución que funcionó mejor que cualquier medida desesperada de Andy.

Para el final del ciclo escolar había reprobado la mitad de sus clases y no se molestó en asistir a las regularizaciones de verano. Por eso la escuela buscó a Andrómeda y a Ted.

La discusión empezó a escalar desde ahí hasta que llegó al punto en que ambos gritaban. Regulus incluso empujó un jarrón antes de salir por la puerta con Ted aún hablando a sus espaldas.

No se dio cuenta de que básicamente había huido hasta que llegó a la casa de uno de los chicos con los que se acostumbró a pasar el rato. Llamó a Sirius en cuanto llegó ahí. No planeaba quedarse mucho tiempo pero de un momento a otro estaba en una sala llena de humo y otros chicos que entre risas comentaron que estaban sorprendidos por su "pequeño acto de rebeldía".