Dear Remus Lupin [Wolfstar]

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So big/So small

[Goodbye, goodbye. Now it's just me and my little guy. And the house felt so big, and I felt so small. The house felt so big, and I felt so small.

And I knew there would be moments that I'd miss, and I knew there would be space I couldn't fill. And I knew I'd come up short a billion different ways, and I did, and I do, and I will

But like that February day, I will take your hand, squeeze it tightly and say: There's not another truck in the drivewayYour mom isn't going anywhere, your mom is staying right here.]

......

Remus sale de la casa con la visión borrosa y pasos descoordinados. Apenas logra cruzar la acera cuando siente que sus piernas fallan y cae de rodillas en la calle.

Lo siento, lo siento, por favor.

Nadie escucha su súplica, ni siquiera cree que pueda hablar.

¿Qué he hecho? ¿Estoy mal de la cabeza?

Quiere golpearse contra el pavimento una y otra vez. Desea el silencio de nuevo, no puede soportar que su mente sea tan ruidosa ahora mismo. Llora y es consciente de los sollozos que salen de él porque no es capaz de soportar todo el dolor. No se siente capaz de tomar lo que ha hecho y vivir con ello.

Enfrentar a los Tonks-Black ha sido difícil pero nada lo prepara para lo que es enfrentarse a sí mismo. ¿Qué puede hacer cuando la culpa sigue ahí? Observa el suelo gris, casi negro bajo la noche, y sigue cuestionándose.

A la distancia, distingue dos luces. Se siente como un déjà vu. Una vez más está solo, tirado en el suelo y sin energía para levantarse.

Sería sencillo, piensa, quedarse ahí tirado y dejar que el auto que se aproxima pase por encima suyo.

No.

No tiene la energía para levantarse pero tampoco puede permitir que la familia a la que tanto daño ha hecho despierte con la escena sangrienta de un accidente automovilístico. No puede seguir haciéndoles daño.

Levántate.

Sin poder evitarlo, otra imagen se dibuja en su mente; una fantasía que hizo creer a todos y que él mismo ha llegado a tener por cierta. Piensa en él. Regulus. Está en el suelo, esperando la ayuda de quien sea y la esperanza de que suceda es poca.

En cualquier momento.

Parpadea y ve las luces más cerca. Reúne fuerza para levantarse y se aleja lo más rápido que puede del camino mientras su corazón late con fuerza y rapidez. Siente como su cabeza palpita y cree que podría explotar. Es como si hubiera una guerra en su interior y él no supiera cuándo va a terminar.

Y está bien. Es muy consciente de que merece cada segundo del castigo.

El auto pasa sin siquiera notarlo. Es una ligera prueba de lo que le espera por el resto de sus días, lo mínimo que merece por creer que podía ser alguien más y por hacerle creer a los demás que podría ser más que un montón de piezas rotas. Se recarga en un árbol y casi ríe por la ironía. Otro maldito árbol. Lo que lo empezó todo.

Está enfermo. Tan enfermo como para mentir y hacer las atrocidades que él ha hecho con tal de... ¿con tal de qué? ¿de pertenecer? Ahora todo eso lo ha perdido y en el proceso ha lastimado a personas que ya estaban sufriendo lo suficiente. Tiene que ser honesto consigo mismo. Lo que lo llevó a hacer todo esto fueron sus propios intereses a pesar de que al inicio sus intenciones fueran buenas.