Desconozco cuanto tiempo he estado aquí, he soportado humillaciones, violencia sexual, física y psicológica. La culpa me consume por mi pasado y acepto el castigo tomándolo como algo que yo merezco.
Yo tengo la culpa, yo merezco esto por haber sido una loca, le hice daño a varias personas en el pasado que no importa cuanto intente arreglar mis errores ahora. Nada ha valido la pena, todo mi divorcio me salió bien, mi separación fue igual junto a la orden de restricción.
Ya no quiero sentir, deseo no volver a sentir nada, quiero que el dolor desaparezca, deseo dejar de llorar. Me limpio las lágrimas junto al gel que el doctor colocó en mi vientre hace unos minutos.
— Felicidades. Está embarazada, tiene dos meses de embarazo. — ¿Felicidad?
— Muy bien. — Christopher mantiene una sonrisa — Tendremos un hijo rubia, por fin vamos a estar juntos después de cuatro meses. — Se acerca para depositar un beso en mis labios pero corro la cara para que bese mi mejilla.
El doctor se retira después de dar las indicaciones y yo solo suelto un suspiro aguantando el dolor en mi pecho. No quiero un hijo. No quiero a la cosa que está dentro de mi.
El odio me consume, las ganas de quitarme la vida aumentan. ¿Dónde estaban todos los que me profetizaron amor? Las palabras bonitas no sirvieron de nada y se que solo volví a ser una ilusa.
Tomo aire y cierro los ojos soltandolo con lentitud, el dolor desaparece junto a la angustia. Me observo al espejo después de haberme levantado y solo me veo a mi sin ninguna expresión. Mi cabello que era rubio ahora está decolorido, le falta el brillo que tanto había cuidado por ser natural.
— No hay rastro de Sabrina Lewis — Hablo para mi misma.
— Exacto. — Christopher me abraza por la espalda — Ahora solo habrá rastro de Sabrina Morgan. Mi mujer y esposa, nuevamente estarás conmigo y seremos felices con nuestro bebé.
— ¿A quién le importa esa cosa? — Lo observo por el espejo en forma de burla — A mi no me interesa lo que llevo aquí. Más vale que vallas buscando quien lo alimente no voy a usar mi cuerpo para hacerlo yo misma. — Me giro y lo abrazo por el cuello mirándolo a los ojos.
— Sabrina ¿Qué te sucede? No veo nada en tus ojos ahora. No hay ninguna reacción.
— Los golpes debieron ser lo suficientemente efectivos ¿no lo crees? A quien demonios podría importarle tu amor, Morgan. A mi no. — palmeo su mejilla y me separa de su agarre — Vamonos de una vez.
ESTÁS LEYENDO
El precio del pasado
FanfictionVolví al lugar donde todo comenzó. Después de la cena escuché como quería divorciarse y yo decidí cumplir con su pedido.