No siento mis manos y ni hablar de mis piernas las cuales no quieren moverse a pesar de que intento al menos mover un dedo.
Lo único que siento ahora son las patadas en mi vientre, el movimiento continuo que me recuerda que sigue ahí. Atormentandome.
Me siento como en el psiquiátrico, regresé al mismo lugar en donde había muerto. Los gritos de los enfermos, las carcajadas macabras, las miradas perdidas y locas ahora las tenía de vuelta.
Y nunca se irían.
No puedo tocar mi cuerpo, dejo que me limpien como en ese lugar en el que termine encerrada. No muevo un solo dedo, no duermo o más bien no puedo dormir.
Cierro los ojos y sigue ahí. Christopher encima de mi. Arrancandome las ganas de vivir, enseñándome que mi destino es morir por su causa. Me siento como un peón, me siento sucia, usada, estúpida.
Todo esto lo provoque yo. Nunca debí, no debí...llamé su atención por lo emocionada que estaba de firmar el divorcio, cambie de un momento para otro a ser lo que tanto me habían dicho que no fuera. Por primera vez Martha tenía razón. Si hubiera actuado como siempre terminaría divorciada, me había precipitado por la emoción.
Saber que tenía otra oportunidad me hizo perder la cabeza, la sed de libertad me consumió tanto que termine encerrada.
La libertad es algo maravilloso, pero no cuando hay que pagar por ella el precio de la soledad.
Me siento solitaria a pesar de que inconscientemente se que tengo a Antoni. Cada mañana me miro al espejo esperando que todo cambie nuevamente, mis ojos automáticamente van a mi vientre lo que me hace sentir las patadas y el movimiento de antes.
Tal vez no debí abortar...tal vez debí casarme, tal vez lo merecía, solo tal vez.
Tal vez... yo siempre tendré la culpa y este será mi destino.
Muevo mis manos y siento como si tuviera las mismas caderas del psiquiátrico, me levanto y noto que estoy en ese lugar, camino por los pasillos reconociendo a casa paciente.
Entro a una habitación donde se encuentra una cuna, tarareo como en ese entonces y lo tomo con cuidado entre mis brazos. — Solo aquí dentro podremos ser felices. No sucederá nada ahora, solo nos tenemos a ambos. — Beso su frente.
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El precio del pasado
FanfictionVolví al lugar donde todo comenzó. Después de la cena escuché como quería divorciarse y yo decidí cumplir con su pedido.