Cautiva

Capítulo 24

El enmascarado nos sorprende y a juzgar por sus ojos parece enfadado. Ah, cierto que nos estamos escapando. Esto iba tan bien que olvidé que era un escape secreto. Ups, esto no va a salir del todo bien. Me agarra bruscamente de la muñeca y con un sacudón por los hombros comienza a arrastrarme escaleras arriba, golpeándome la cabeza con cada escalón. Grito y me quejo pero este tipo parece estar sordo o tarado. Está tarado, cien por ciento. No parece importarle Zack, pues lo dejó tirado allí (me pregunto porque lo secuestró) Espero que el ojos océano escape, busque ayuda y venga a rescatarme como un príncipe azul de un cuento de princesas. Porque aunque a esta princesa la ataron a una silla otra vez, la amordazaron otra vez y, muy importante, la secuestraron otra vez sigue siendo una princesa. Bueno, esta princesa tiene la nariz deformada y cortes en los codos gracias a un escape desesperado de su torre (fallido, por cierto)
Ni bien acaba de atarme Don Misterio deja la habitación, a oscuras otra vez. Sola. Lastimada. Rota. Devastada. Bostezo a duras penas lastimándome la boca un poco más. ¿Cómo dormir en paz en una silla mugrosa, dura e incómoda y sabiendo que Zack no está aquí? Ya sé que hasta hace unos días no me hubiera importado ni un poquito, pero ahora mis sentimientos salieron a la luz. Intento vencer al sueño que me ataca, golpeándome el cuerpo mientras intenta que me relaje. Quiero estar alerta para demostrarle al misterioso ese que no bajaré la guardia. Tiro la cabeza para atrás y suspiro, haciendo fuerza para no cerrar los ojos. Piensa un plan Sina, debes hacerlo, puedes hacerlo. Me devano la cabeza entre recuerdos e ideas. Rezo tres veces por Zack mientras me quedo profundamente dormida a pesar del hambre, a pesar de la sed y a pesar de la preocupación.
Cuando despierto no tengo ni pistas de que hora es, pues ya saben que no hay ventanas. Levanto la cabeza dolorosamente: la columna me está matando gracias a esta estúpida silla. Miro a mi alrededor y cuando me lamo los labios...¡Sin mordaza! Una pequeña y dolorosa sonrisa se me escapa pero desaparece al ver que aún estoy sola. Más bien está oscuro pero siento que estoy sola. Hay un brillo de esperanza cuando pienso que Zack podría estar bien e intentando salvarme. Así como las estrellas en algún momento se apagan, esa chispita de esperanza muere cuando la lamparita se enciende y entra el enmascarado con Zack sobre los hombros. Pero éste no es el mismo enmascarado, pues otro más se acerca por detrás. Quien nos tenía atados ayer era delgado y quien tiene a Zack sobre los hombros es más bien musculoso y fornido. El Don Misterio más flaco ata a Zack y el pobre se retuerce débilmente. Mientras intento hablarle o al menos hacerle saber lo que pienso. El otro más fornido me ve y hace una seña de que estoy muerta. Trago saliva y dirijo mi vista al suelo ideando un mini plan...que de hecho es imposible considerando que hay dos enmascarados en vez de uno sólo. El enmascarado fornido deja la habitación apagando la luz, definitivamente van a hacer relevos. El otro echa manos a la obra y empieza a recorrer cada herida de Zack con un algodón empapado de alcohol. Grito intentando detenerlo y 'salto' con la silla pero ni se inmuta. No quiero imaginar cuanto le arden las heridas a Zack. La idea se hace cada vez más definitiva: no voy a salir de aquí nunca más es mi pobre y corta vida, ni siquiera he tenido el placer de casarme o tener un perro. Nada. Mi vida insulsa se va a acabar aquí, quizás no ahora, pero sí aquí.
Mientras los minutos pasan un esbozo de plan se crea en mi mente. Me encantaría contarle a Zack así él escapa también y entonces todo saldría perfecto. Mi plan contiene tres pasos:
- Primero debo fingir que alucino por la falta de glucosa. Hay dos opciones: que me liberen por molesta o que me maten por molesta. Y una opción tres y un poco más probable sería que me den algo de comida y agua. En caso de que no me maten entra en escena el paso dos
- Simular desmayarme muchas veces. Muchas muchisísimas. Con mucha suerte se dignen a, al menos, llevarme al hospital o llamar a la enfermerita puta. Esa zorra aparece en mi lista de personas a las que debo corretear con un palo lleno de clavos. Si me llevan al hospital haré todo lo posible para que me crean poniendo voz de pobre chica inocente, voy a tener a los médicos dudando por un rato de seguro pero al final me creerán.
- Allí aparece el paso tres. ¡Denuncias por doquier para todos! Puedo saborear el dulce néctar de venganza.
Sólo falta que se materialice. Comenzando ahora:
_ Hola señor ciervo, ¿Cómo le va en su vida? Me enteré que se ha divorciado de su esposa la loba. Ah, así que tiene un nuevo malvavisco en espera. ¡Lo felicito! Ay no ahí viene la manzana tenga cuidado que es muy mala -digo chillona con la poca energía que tengo-

Al no haber respuesta de su parte, prosigo:

_ ¡No, manzana! Eres diabólicamente sabrosa y...y...Oh pero si es la cebolla cortándose a sí misma. -río desquiciada- No me hagas llorar cebollita -canto lo más desafinado que puedo-

El enmascarado se acerca a paso firme; aquí viene lo que espero. Recibo una bofetada que me saca de mis pensamientos alocados instantáneamente. Reacciono con un reflejo rápido y le quito el pasamontañas al enmascarado más flaco. Gira cubriéndose la cara y cuando gira...¡Bastardo!

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Hola!

Aquí un capítulo muy esperado por mí :3

Y quería decirles que me voy de vacaciones en una semana y probablemente no escriba. Así que los desafío a escribir un capítulo si quieren, y me lo mandan por mensaje ;)