Capítulo 20

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Me levanto y, muy acelerada, camino a paso firme hasta un callejón que vi antes. Había vidrios y botellas rotas en un cubo de basura, perfectos para mi plan sádico. No es que necesariamente quiera morir ni nada de eso, pero me veo en la necesidad de hacerlo ya que creo que si lo hago el mundo descubrirá el lado oscuro de Seaside Farms. Todos me miran como si fuera un marciano vestido al estilo Lady Gaga. Me choco contra varias personas en mi apuro, pues no quiero ser descubierta por el Sr. Ferguson y su séquito. Camino y camino, sin mirar atrás y sin pedir perdón. Pero desafortunadamente me choco con Jacob.

_ ¿Sina? ¿Qué haces afuera? -me retiene por los brazos-

_ Nada -bajo la cabeza, para que no vea mis lágrimas- Nada, ya déjame acosador

_ No te acoso -intenta levantarme la cabeza-

_ ¡Vete! -grito y corro la cara-

_ Sina... ¡Te van a matar! -me susurra-

_ Despreocúpate -me zafo- Y déjame

_ No. No puedo dejarte. Hoy tenemos que ir a un lugar muy importante -¿Tenemos? Sí, claro-

_ ¡No me importa! -grito. Olvidé que estoy en el medio de la calle-

_ ¡Sina! -me tapa la boca- Juro que no te lastimo y te escondo si vienes conmigo. No soy la persona a la que viste el primer día

Veo certeza en sus ojos, tan oscuros como el carbón. Pero al mismo tiempo, si miro más allá de él puedo ver el callejón y los vidrios. Ay, qué difícil es decidir. Asiento y me rindo, débil una vez más. De inmediato saca su celular y llama a Zack, aunque le rogué que no lo haga. Su excusa fue que tiene que buscar unos videos y que Zack siempre está libre. Claro, si lo único que hace es ayudar a su padre a torturar almas. Jacob me deja en una placita, puntualmente sentada en un banco verde, la cual según él es un punto de encuentro entre él y Zack. Como si eso me importara.

Al cabo de quince minutos comienzo a impacientarme, pues nadie llega por mí y sigo observando la calle por si alguien tira algo filoso. Pero no, las calles parecen seguras, como parte de una serie animada de los ochentas, con niños en bicicleta y niñas carreteando con sus vestiditos. Y yo acá queriendo matarme. Pasa el tiempo y los minutos se me hacen largos como horas, y finalmente Zack se digna a aparecer en el Camaro amarillo, bajando la ventanilla como un galán de película con lentes espejados.

_ Súbete, nena -Oh, esperen, ¿El auto ese sube la autoestima o qué?-

_ ¿Cómo me llamaste? -me acerco amenazante a la ventanilla-

_ Nena -sonríe con sus dientes blancos. Ah, que putas hormonas este bastardo no puede parecerme lindo-

_ Pues intenta no llamarme así porque la próxima que te vea te quedarás sin dientes -sonrío de lado y entro en la parte trasera del auto-

_ Ay, bueno, sólo quería alegrarte -arranca-

_ Pues lograste hacer que te odie más

_ Ya te he dicho que vas a cambiar de opinión -conducimos por la pacífica calle, que hace que me calme un poco más-

_ No, no voy a cambiar nada -bufo- ¿Adónde vamos?

_ A casa, por ahora -me mira por el retrovisor- Y sin quejas

_ No se me antoja obedecerte hoy -sonrío-

_ Deberías, deberías

_ ¿Por?

_ Hoy te enterarás de algo grande. Muy grande

No pregunto nada más. Los misterios en misterios quedarán si no llego a verlos. Así que me trago la ansiedad y me quedo calladita la boca, obedeciendo órdenes. Sí, sí, sí, seguro me liberan por mi rebeldía. Llegamos a la casa y allí están Jacob y Robert, revisando unos CDs y comentando cosas alegremente. Pero en cuanto me ven hacen como si nada hubiese pasado.

_ Hola -Zack saluda a ambos y pasa directo a la habitación-

_ Hola -me siento en uno de los sillones blancos- ¿Qué hacían?

_ No es de tu incumbencia -vuelve el Robert oscuro-

_ Papá... -Jacob le lanza cierta mirada-

_ Bueno, bueno, estamos haciendo un compendio de videos para Charlotte -luego susurra- Es una sorpresa

_ Se pondrá muy emotiva cuando vea su vida en videos

_ Ah, genial -sonrío a duras penas-

Luego recuerdo lo de las cámaras espías y que Zack puede delatarme y prácticamente me esfumo hacia la habitación. Y no hago más que encontrarme a un Zack en jeans pero sin remera o camisa paseándose por la habitación. Parece preocupado pues se rasca la nuca y se revuelve el pelo. No es que no...no es que no sea sexy así preocupado pero, por favor Sina, es un puto bastardo hijo de secuestrador. Chica, ¿Qué te pasa?

_ Ah, hola Sina -veo que no se avergüenza de su cuerpo. Yo me taparía desde la uña del pie hasta la punta de mi cabello-

_ Eh...hola...yo... ¡Cúbrete! -sacudo los brazos exasperada. No puedo enamorarme-

_ ¿Qué? ¿No te gusta? -pregunta. Qué pretencioso. Egocéntrico narsicista-

_ ¡No es eso! -sacudo la cabeza- ¡Solo cúbrete de una vez!

_ No escuche un "no me gusta" -se acerca pero le pego tal empujón que creo que se choca con la cama. Debo admitir que tiene bastante duro el pecho-

_ ¿Quieres escucharlo? Pues no lo vas a escuchar porque no es que no me guste pero tampoco me gusta Simplemente me incomoda y ya -arranco la sábana de mi cama y se la tiro-

Rueda los ojos y se envuelve la sábana en un estilo muy griego. No es por nada pero tiene cierto aire de Adonis maléfico. Sonríe de lado y tira la sábana lejos. Uf, poco le duró la vestimenta
_ ¿Si te incomoda qué haces ahí parada? -desafía-
_ Ah. Sí te vine a decir que si no quieres problemas mejor no hables de que -empiezo a susurrar- de que me escapé, o lo del cuchillo. Ni menciones eso de que me quería matar -automáticamente un milisrgundo después me tapo la boca. La cagué-
_ ¿Que te querías qué? Sina, Dios, estás demente -me abraza. O sea, me A-B-R-A-Z-A-
_ ¿Qué haces? -intento zafarme pero nada-
_ Te contengo -dice con duda y me acaricia el pelo-
Se producen unos segundos de silencio y no forcejeo. Siento cierta paz extraña mientras me abraza. Pero toda la quietud y paz se acaba cuando la alterada Chels se asoma gritando por la puerta
_ ¡Sina Sky Parker! -chilla- ¡Maldita perra te acostaste con mi novio!
_ ¿Novio? -Zack me suelta y levanta los brazos inocente- No soy tu novio y no nos acostamos. Ahora salgan las dos así me visto, vamos a salir
¿Salir? ¿Vamos? Uh, mala combinación
-_-_-_-_-_-_
La salida se retrasó hasta la tarde porque si no era Robert el que se tenía q ir era Charlotte o Chels. Mientras yo leí algunas cosas que me presto Zack y me mandaron a limpiar ventanas.
Ahora es la hora y todos vamos en el Camaro (no tengo idea de cómo cinco adultos entran ahí) a una cabaña cerca de la Casa de las Sirvientas. Es pequeña pero muy linda y simple...hasta que veo el TV Plasma de muchas pulgadas. Robert hace que todos nos sentemos en los sillones y pone el CD que estuvieron armando con Jacob. Cuando le da play instantáneamente Charlotte empieza a llorar. No puedo creerlo
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Hola bellezas!
Dije que este iba a ser un capítulo lleno de confesiones pero me inspiré...el próximo será! :3
Qué creen que vió Sina en el video?

CautivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora